‘La Esquina del Misterio’: las larvas que se comerán los plásticos contaminantes

María José López, coordinadora del proyecto RECOVER, explica en Fin de Semana con Cristina en qué consiste esta tecnología tan pionera

Cristina L. SchlichtingMiguel Soria

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Microorganismos, nuevas enzimas, lombrices e insectos para eliminar los desechos agrícolas de plástico. Puede sonar a ciencia ficción, a película de Spielberg o Nolan, pero es tal real como la vida misma y tan apasionante que queremos hablar de ello en ‘La Esquina del Misterio’ de Fin de Semana con. Cristina. Para ello acudimos a María José López es profesora de Microbiología del Departamento de Biología y Geología de la Universidad de Almería y coordinadora del proyecto RECOVER, quien explica que “el plástico es un problema importante y la sociedad es consciente de ello”.

Como datos, cada año se producen anualmente a nivel mundial 350 millones de toneladas de plástico, de los cuales, hasta el 40 por ciento se emplean en el sector de envasado y un 3,5 por ciento en prácticas agrícolas. Actualmente sólo el 30 por ciento de los desechos plásticos son reciclados, mientras que el resto se deposita en vertederos o es liberado sin control en el medio ambiente, por ello es tan importante el Proyecto Recover, como detalla María José López: “Hay mucha gente ya trabajando en el tema de los plásticos. El nuestro está financiado por la UE y buscamos una ruta biológica alternativa para el reciclado. Combinamos microorganismos, nuevas enzimas, lombrices e insectos para eliminar los desechos agrícolas de plástico. Buscamos también transformar estos plásticos en nuevos productos para uso agrícola y de envasado de alimentos”. “Muchos plásticos que usamos en los hogares y que van a la basura no pueden ser reciclados por los métodos tradicionales aunque sean recogidos selectivamente ya que vienen mezclados con restos de comida o son mezcla de distintos tipos de plásticos y son difíciles de reciclar. No es solo el plástico sino lo que viene añadido lo que se va a intentar usar para la conversión en estos otros tipos de uso en estos sectores”.

Lo que es aún más sorprendente, como detalla la experta, es que “hay larvas de insectos que son capaces de comer el plástico y hay evidencias de ello, y esas observaciones permitieron empezar el estudio para ver cómo lo hacían. Las enzimas que producen rompen en última instancia los compuestos, los polímeros que tienen los plásticos. Lo innovador nuestro es reforzar esa actividad que ya se conoce que tienen esas larvas incrementando dicha actividad, vamos a hacer cócteles para aumentar la eficiencia de algunas de estas especies”.

“Luego”, continúa, “se va a implementar un proceso de compostaje, de transformación de la materia orgánica para generar un fertilizante, y en este proceso también se va a desarrollar otro por el cual se va a implementar estos cócteles en los microorganismos y las lombrices para actuar intentando eliminar estos materiales”.

En todo caso López es clara en cuanto a que no es inmediato: “No quiero dar falsas esperanzas, esto es un proyecto de investigación, bastante difícil de ejecutar y además trabajamos con plásticos que no son degradables en la naturaleza. Tampoco se trata de levantar falsas esperanzas de que esto vaya a ser ya, nosotros vamos a intentar avanzar en ese sentido. Hemos tenido hallazgos pero aún queda un largo recorrido para que acabe por implementarse”.