“El esfuerzo de servir a España y a todos los españoles se llama Leonor y será nuestra reina 38 años después de que su padre don Felipe protagonizase su primer discurso institucional en el Teatro Campo amor de Oviedo. Con apenas 13 años esta niña, que personaliza la esperanza de futuro y de continuidad de los españoles, hizo ayer lo mismo en el mismo lugar sin temor. Increíblemente segura para su edad, delante de una enorme y selecto auditorio, la Princesa de Asturias demostró que hemos acertado al encargar la preparación minuciosa para la sucesión de una chica lista y espabilada. Por fin una reina. El rey, contesto a su hija pidiéndole lealtad a España y sobre pasando, en estos momentos delicados de nuestra historia, con grandeza e indiferencia institucional, los disturbios de Cataluña.
Que sí hombre, que sí. España es más fuerte que los macarras porque los vándalos se ensañaron ayer en la ciudad condal de Barcelona. También lo escuchábamos ahora mismo en Gerona, en Tarragona, en Lérida. Diez horas de disturbios han dejado lugares, como la Plaza Urquinaona, cubiertos de cascotes quemados y destruidos. Atención, más de 200 policías heridos, tres de ellos graves, al menos medio centenar de detenidos. Los disturbios se prolongaron hasta las cuatro de la mañana. Hay decenas de coches calcinados, el pavimento está arrancado (porque los adoquines han servido de arma contra la policía, que por cierto se quedó corta de munición) decenas de contenedores quemados y barricadas por toda la ciudad. Los agentes han padecido el lanzamiento de bolas de acero con tirachinas, cócteles molotov y pirotecnia que llegó a usarse con un helicóptero. Los Mossos d'Esquadra recurrieron, por primera vez, al camión de agua que dispersa a las multitudes y abre paso.
El Tsunami Democrático, la entidad que coordina estos macarras, pretendió desconvocar sus acciones entre otras cosas, porque la Audiencia Nacional ha decidido investigarla por terrorismo, pero lo cierto es que es ya inútil. La calle se encuentra desbordada y los CDR están sin control. De este modo la jornada que se pretendía de huelga general y manifestaciones de las marchas que llegaban de la Cataluña rural, confitó en efecto, a medio millón de personas en el centro de Barcelona, pero derivó en una batalla campal que se desarrolló con una andanada de asaltos contra las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado.
Los sindicatos policiales, denunciaron que la policía está superada. El seguimiento del paro fue ayer desigual, muchos comercios del centro abrieron, pero los de los barrios (que parecían temor y amenazas) aparecieron cerrados. Funcionarios en el transporte aseguraron los servicios mínimos y muchos otros empleados del Estado, asistieron al trabajo. Las industrias de los alrededores de Barcelona, como por ejemplo la SEAT, protagonizaron cierres porque sus empleados no conseguían llegar, debido los cortes de las carreteras por los piquetes. La Universidad, llena también de estos piquetes, paró.
El paso de Junqueras, esto es la frontera de España con Francia, estuvo cortada casi toda la jornada. A Joaquín Torra, que el jueves alentó públicamente, en la TV3, a los violentos, ni se le vio ni se le espera.
Hoy, desde las 8 de la mañana, está trabajando el Comité de Seguridad de la Generalitat que dice que servirá informes a partir de las 10 y a lo largo de la tarde, pero el Presidente Local, insisto, ni está ni se le espera. Su actitud suicida y alentadora de los incidentes ha superado incluso a los dirigentes de la Eskerra Republicana y de la CUP. Por esta razón se ha emitido un comunicado del gabinete de seguridad pidiendo “manifestarse de forma pacífica y cívica y señalando que es imprescindible aislar a los grupos violentos”.
Sencillamente en Barcelona van a volver locos hasta los macarras. Por un lado, nos alientan en la televisión, el President dice que son héroes democráticos y ahora piden a la gente que se les dejé solos. Hace once horas, en una escena kafkiana, el consejero de Interior Miquel Buch llegó afirmar que los sucesos de Barcelona y otras ciudades catalanas son de grupos organizados, leo literalmente, ajenos al independentismo. A su vez, el presidente del Gobierno en funciones Pedro Sánchez, insiste en la prudencia y la proporcionalidad. Se entiende, por lo tanto, que se descartan mayores refuerzos policiales y otras medidas excepcionales y que se confía en que las cosas se vayan tranquilizando. La policía, sin embargo, teme nuevos disturbios.
Para esta semana, están previstos un gran picnic independentista, nuevas ocupaciones del aeropuerto y una gran manifestación el próximo sábado. Por el contrario, el domingo, las entidades constitucionalistas llaman a apoyar la ley y la paz en las calles de Barcelona. Sociedad Civil catalana ha convocado el domingo veintisiete una gran manifestación. Es la misma entidad que convocó en 2017 la respuesta nacional al secesionismo y se espera también la llegada de ciudadanos de toda España”.