'FIN DE SEMANA'
Cristina L. Schlichting: "Ahora Urkullu y Uxue Barkos usando el mismo lenguaje que ETA"
Madrid - Publicado el - Actualizado
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"Esta es la música de Directísimo. Ha muerto su director, José María Íñigo, y el golpe ha sido directo. Un derechazo a la memoria de la infancia, un portazo a los 70. Era 1975 e Íñigo lo era todo en las noches de familia, con el show en directo, la música bailada en plató, que nos ponía modernos, y esas entrevistas con las que parecía que la España de Franco se abría como un melón al mundo. Se moría el dictador y Uri Geller, desde el plató de Íñigo, nos demostraba que doblar cucharas era posible, que era posible cambiar la cosas, que era alegre vivir. José María Íñigo tenía la voz más bonita de los hombres de España y las adolescentes de los 70 adorábamos sus bigotazos y esa forma elegante de mirar y gesticular. Se ha muerto este maestro de la tele y del periodismo, que trajo los formatos modernos a nuestra tele de dos canales y blanco y negro. Es de todos esto de morirse, pero apenas tenía 75 años y seguía siendo indispensable en Eurovisión y en mil cosas. Descanse en paz el que primero fuera amor de todas nosotras, después maestro y siempre gentil colega. Te llevas los 70 al cielo José María, gracias por tanta alegría y tanta clase.
Y en los 70 ya se había puesto ETA las botas de matar. Entonces, en 1975 se le acabaron la excusas, con la muerte de Francisco Franco, pero le dio igual, porque lo suyo era el crimen. Y ahora la emprendió contra la democracia. Y la gente cayó bajo sus balas, con el tiro en la nuca o la bomba lapa. Siempre a escondidas y por la espalda. Porque las ratas no valen ni para matar con hombría.
Era noviembre, una fría mañana de ese mes tan oscuro, y el guardia civil Antonio Moreno se apresuró a dar de desayunar a los gemelos y abrigarlos bien, que cada vez que se constipaban lo hacían juntos, como todo lo demás. En el coche entraron juntos también y se sentaron, que a ver si se estaban quietos de una vez, que qué energía desde por la mañana. Qué bien que existiesen las guarderías. Y entonces, al encender el motor para llevarlos al jardín de infancia, fue el horror.
La bomba lapa estaba bajo el asiento del pequeño Fabio, que no logró sobrevivir. Su hermano gemelo tardó varios meses en recuperar el habla tras el atentado. Y ha vivido así, sin ese hermano que era parte de sí mismo, mutilado en su íntima fraternidad de por vida. Los gemelos, ya se sabe, son así, que parecen a veces compartirlo todo, menos la muerte.
Martínez Izaguirre, alias Javi de Usansolo, debía de haber cumplido, por este crimen y otros 12 asesinatos, 744 años de cárcel. Se le quedaron en 21 y salió a la calle gracias a la derogación de la doctrina Parot por el Tribunal de Estrasburgo. De saber que el asesino de su crío andaba ya por la calle al padre, al guardia civil Antonio Moreno, se le fueron las fuerzas para dormir. Con él hablaremos ahora mismo.
Porque esto fue lo que pasó, señoras y señores, que mataron y mataron y mataron. Que hicieron de escudo de carne entre nosotros y las víboras, porque podía haber muerto tu padre, o el mío; tu hermano o el mío. Podíamos haber muerto tú y yo. Y les prometimos que no les dejaríamos solos. Que serían siempre testigos vivos de lo ocurrido, ejemplo para todos, que estarían en el centro de las enseñanzas a nuestros hijos. A saber, que un país fuerte puede desafiar a los malos, los que buscan su aniquilación, y ganarlos.
Y ahora escuchamos a Urkullu y a Uxue Barkos, a los jefes del País Vasco y navarra decir que van a negociar con el Gobierno de España el acercamiento de los etarras a sus casas. Usando el mismo lenguaje que ETA: hablaremos con el Gobierno de España. Qué va a hablar usted hombre, qué va a hablar. El Gobierno de España ya ha hablado a través de sus leyes, sus tribunales. Porque son eso, nuestras víctimas. Y no se negocia con ellas ni se trampea, porque si se trampea con las víctimas, entonces no hay victoria sobre ETA, ni existe España y entonces todo da igual.
ETA ya no puede matar, pero sus hijos leyeron ayer un comunicado poniendo reglas. Que hay que cambiar la política penintenciaria dicen. Y que hay que poner proa a la auodeterminación del País Vasco. Tanta iniquidad solo se explica por el aplauso de los nacionalistas en el poder, el PNV, ayer presente en Francia. Unos movieron el árbol de las bolas, otros recogen los frutos de la independencia. De eso nada. Existe España y existen las víctimas. Con eso hay que hacer las cuentas. El que quiera partir España y cargarse la Constitución tiene que negar a las víctimas".