'Fin de Semana'

Cristina L. Schlichting: “¿Dónde está Puchi?”

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

3 min lectura

Por internet circula ya un juego que se llama “¿Dónde está Puchi?” que, al estilo del famoso “¿Dónde está Wally?” que practicaban mis hijos de pequeños, promueve la búsqueda por el mapa europeo de Carles Puigdemont. Las respuestas, como no puede ser menos en España, son de lo más ingeniosas. Pimpollo dice: “Según tengo entendido, vive en Bélgica en un mansión”. Baler añade: “Volvió a su planeta. Nunca volverá”. Duende irlandés dice: “Aquí” y Don Trasher propone: “Con Yoshi, como siempre”. El fugitivo de la Justicia no cesa de dar alegría a los promotores, y la última edición de “donde está Puchi” propone a los jugadores elegir, para la reciente huida del ex presidente catalán de Finlandia, cuatro itinerarios de distintos colores para apostar cómo ha llegado el del flequillo a Bruselas. El camino rojo es en coche por toda Escandinavia, con un salto en barco a Dinamarca y un avión desde allí. El verde va en avión desde la propia Helsinki. El amarillo va en barco hasta Dinamarca y luego en coche hasta Bélgica.

El hecho es que Puigdemont ha devenido en escapista de circo y provoca alborozo en los cachondos que lo siguen por Europa. En estos momentos no se sabe dónde está. Bruselas no puede confirmar que se encuentre en Bélgica y las autoridades finlandesas creen que ha salido de su país. Al conocer que el juez Llarena había activado las órdenes de detención, el abogado de Puigdemont, Jaime Alonso Cuevillas, había anunciado ayer a bombo y platillo que su cliente se entregaría

Por el contrario, el diputado finés Mikko Karna, afirmó que el ex mandatario catalán habría partido de Finlandia la noche del viernes por medios desconocidos. Puigdemont y el empresario que lo acompaña en su huida, Josep María Matamala, tenían comprados billetes para el vuelo AY1545 de la compañía Finnair que partía del aeropuerto a las cinco menos veinte de la tarde y aterrizaba en Bruselas a las seis y veinte. El avión despegó sin ellos porque se habían marchado la noche anterior, lo que evidencia un cambio de planes al filo de las órdenes internacionales del juez Pablo Llarena.

Karna, que es diputado por el distrito de Laponia, explicó que Puigdemont se marchó después del almuerzo tras analizar que no le convenía entregarse en Finlandia porque este país es muy ágil en las extradiciones y reserva diez años de cárcel para los culpables de “comprometer la soberanía nacional”. En ese almuerzo se consideró también que Bélgica es más reticente a las extradiciones, pero que la situación habría cambiado con el auto judicial del viernes, puesto que ahora Puigdemont ha pasado de imputado a procesado y las pruebas de lo ocurrido en Cataluña aparecen negro sobre blanco en el auto del juez.

A la espera de donde se encuentre este señor es triste observar en qué termina el llamado procés. Es cierto que en el temperamento catalán, la rauxa, el arrebato, es un carácter señalado y antiguo. Rauxa ha sido lo que ha llevado a cortar carreteras y pasear tractores por las ciudades, destrozar coches de la Guardia Civil, lanzar objetos y acorralar a los funcionarios. Rauxa ha sido querer imponer la independencia de Cataluña contra la voluntad de la mitad de los catalanes y el resto de España, pero es ahora tiempo del otro rasgo catalán, el seny. Pidamos el seny para Cataluña esta Semana Santa porque está muy bien jugar a Wally, siempre que no se juegue con el pan de las familias, el dolor de la gente, los heridos en las calles y el futuro de un pueblo.