Schlichting: "Podemos está empeñado en recuperar un modelo marxista que fracasó más allá del telón de acero"

La presentadora de 'Fin de Semana' analiza la propuesta del partido de Iglesias de la 'Tasa Covid' a los ricos

Cristina L. Schlichting

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¡Buenos días España! Bienvenidos a este 2 de mayo en que celebramos no sólo que les dimos cera a los franceses en 1808 y les dijimos que se fuesen a su país, sino que salimos de nuevo a la calle, que ya está bien, que tenemos a los deportistas oxidados, a la gente con atritis y a los mayores más pálidos que la cera. Hace solecito y un día espléndido, en el que se van a alcanzar 30 grados en Valencia y 31 en Sevilla, o sea que a aprovechar.

Hay que colgarse en la nevera, eso sí, el croquis para salir, porque es especialidad de nuestras autoridades complicar las cosas. Tengo un hijo en Bulgaria, haciendo el confinamiento, y allí salen los ancianos por las mañana, para aprovechar que los supermercados se limpian a fondo por las noches, y por las tardes los jóvenes. Y punto. No hay más lío ni follón. Pues aquí no. Aquí, deportistas y paseantes, a primera hora de la mañana y antes de acostarse; mayores y dependientes de 10 a 12 y de 7 de la tarde a 8 , y niños, de 12 del mediodía a 19. El deporte debe ser individual, pasear se puede con un compañero y a la distancia conveniente y todo a un kilómetro de casa.

Los pueblos pequeños, localidades de menos de 5.000 habitantes, pues tenéis ya libertad entre las 6 de la mañana y las once de la noche.

No vais a acordaros de todos los detalles, es imposible, y si os falla la memoria, ni os lo cuento. Así que podéis haceros una guía, como la que saca hoy El País, y estudiarla antes de salir. Porque si tienes 50 años, por ejemplo, puedes usar la bici y hasta hacer surf a primera hora de la mañana, pero cuando pasees con tus hijos no puedes llevar ni patinete.¿Qué corre mucho el crío con la bici? Pues tú detrás, a buen paso, que el esta semana hemos contado que a un oyente, Ángel, lo han multado por seguir al niño con un patinete, porque el crío corría como un diablo.

Y luego están los líos. ¿Se puede ir a comprar churros después de hacer deporte, a las diez, sudado y jadeando, al supermercado? Yo diría que sí. ¿Se puede cruzar el nieto con el abuelo a las doce, o a las siete de la tarde? Pues es evidente que va a pasar. La sensatez, lo simple, está reñido con la complicación, pero es claro que no es el don de nuestros dirigentes.

Pero no va a ser sólo con las normas de salida con lo que nos vamos a hacer lío, sino con el cuaderno azul de las cuentas. Mariana, la asistenta que trabaja en mi casa, se ha quedado sin las horas que hacía en otros sitios por las tardes, y su marido ha perdido el trabajo en la construcción. Ese es el panorama nacional, con un 30 por 100 de la gente viviendo del Estado y dos millones de parados, para empezar a hablar. Todo el empleo creado en los últimos cuatro años.

Los datos del Gobierno –del Gobierno, atención- prevén una debacle económica. El PIB, el producto interior bruto ha caído este trimestre un 5,2, para que te hagas una idea, el primer trimestre de la crisis anterior, en 2009, cayó un 2,6. Un cinco frente a un dos. Se ha perdido un 40 por 100 de la actividad económica, y todavía no está incluido el impacto más fuerte, el del trimestre que va de abril a junio, en plena epidemia y sin saber si esto va arrancar en verano.

Hay ya mucha gente sin ingresos, familias que no llegan a fin de mes y niños y ancianos sin comida. Cáritas, la organización nacional de los voluntarios de las parroquias españolas, no da abasto, lo comentaba ayer en Cope el portavoz de la Conferencia Episcopal España, Luis Argüello.

España va a necesitar un rescate en toda regla por parte de Europa, unos 150.000 millones de euros. Los ingresos, o sea, el dinerito de los impuestos, que paga sobre todo la clase media, se hunde en 25.700, pero no se oye otra cosa de nuestros dirigentes que aquí no hay que tocar el estado del bienestar (menudo bienestar, que se lo digan a Mariana) y que hay que relanzar planes ecológicos, revoluciones digitales y mil cosas más.

Como hay terror a que los impuestos se disparen, ayer la ministra María Jesús Montero intentaba aplacar los ánimos.

Pero es que los socios de Gobierno dan más miedo que un nublado. El Grupo Parlamentario de Unidas Podemos va a proponer una “Tasa Covid” a los ricos, que ya sabemos lo que hacen cuando se les aprieta, llevan sus inversiones a otro lado. También una reforma fiscal con un impuesto a la riqueza y grabar más los rendimientos del capital en el IRPF, las transacciones financieras y la banca. En la misma línea va Íñigo Errejón, de Más País.

Esta gente es marxista, y está empeñada en recuperar un modelo económico que ya fracasó en los países del telón de acero. Otro dato: han propuesto sacar la inversión privada de las residencias. O sea, no tienes un duro y vas a gastar más. Y eso, después de que las residencias públicas se infectasen también de coronavirus porque ni han dado trajes a los trabajadores, ni tests, ni medidas de protección. A día de hoy sigue en vigor la norma que prohíbe llevar al hospital a los ancianos de los asilos que presenten demencia además de coronavirus.

Si esto no es eutanasia, que me lo expliquen. Claro, con tanta tontería, parece, parece que se está produciendo un desplazamiento en la intención de voto. Aunque estas cosas hay que mediarlas cerca de las elecciones, no ahora. Según los datos que saca hoy Gad 3 en ABC, el voto al PP se habría duplicado en Madrid, del 22 al 44 por 100, a costa de Ciudadanos y la izquierda. En la misma línea hay sondeos que pronostican que Alberto Núñez Feijoo repetiría en Galicia alguno de los mejores resultados del Partido Popular. Mañana habrá datos de la alcaldía de Madrid, que siempre es un indicador de las tendencias nacionales, y estará con nosotros Narciso Michavila, presidente de Gad 3, para explicarnos los datos en la apertura de este programa.

¿La buena noticia? Pues ese cierre de del hospital del centro de exposiciones de Madrid IFEMA, después de curar 4000 enfermos. Un ejemplo en el centro de la epidemia española que levantaron en un tiempo de plusmarca el Ejército español y trabajadores voluntarios de todos los sectores, desde fontaneros hasta electricistas. Todo un éxito. Se ha montado follón porque parece que ayer, en la ceremonia de despedida, se abusinó el personal en exceso, concretamente periodistas, políticos, gente que quería salir en la foto y manifestantes en contra, que hay que tener ganas. La delegación del Gobierno ha anunciado una investigación por si se hubiesen conculcado las precauciones y los distanciamientos.