"Ojalá que esta facción de Al Qaeda no dé lugar a una nueva guerra civil y a otro éxodo masivo"
La directora de Fin de Semana aborda las noticias políticas más importantes de la semana y otros asuntos de actualidad
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¡MUY BUENOS DÍAS ESPAÑA! Bienvenido a 'Fin de Semana' de la Cadena COPE, te saludamos todos los que te acompañamos sábados y domingos hasta las 14:00H. Cristina López Schlichting al micrófono.
Es 8 de Diciembre, Día de la Inmaculada, patrona de España. ¿Qué fiesta es ésta? Pues una que celebra que el infinito se haya hecho hombre en una simple mujer, para tendernos una mano en nuestro desvalimiento. Porque hay que ver cómo las pasamos a veces aquí abajo, querido amigo. Tener una madre es un as que no conviene despreciar, porque ella sabe, ella vio morir a su hijo. Felicidades a las Conchas e Inmas.
El fuerte temporal de viento que azota buena parte de Cataluña dejó ayer ráfagas de 100 kilómetros por hora y dejó atrapados a 150 pasajeros en un tren por la caída de un árbol en Marsá, Tarragona. También obligó a cortar la N 260 en el Ampurdán gerundense. El brusco descenso de las temperaturas ha obligado a protección civil a activar emergencias por la mala mar y las primeras nevadas en el Pirineo.
Y ayer nos contaba Asunción Serena desde París que precisamente el mal tiempo obligó a cambiar las ceremonias de inauguración de la recién restaurada Notre Dame de París. El presidente francés Enmanuel Macron tuvo que hacer su discurso desde el interior del templo y el concierto que se quería haber hecho fuera, en la explanada exterior, tuvo que grabarse la víspera y emitirse en pantallas.
Hubo que acomodar a los invitados en la nave de la catedral, que tiene capacidad para 3000 personas. El acto se había concebido con toda pompa y acudieron Donald Trump, la actual primera dama de EEUU, Jill Biden, la Primera Ministra italiana Giorgia Meloni, o el presidente ucraniano Volodimir Zelenski, el príncipe Guillermo de Gales o los reyes de los belgas, Felipe y Matilda. Sorprende que en la delegación no hubiese un mandatario español.
El arzobispo de París, monseñor Laurent Ulrich golpeó solemnemente las puertas con su báculo y desde el interior recibió la respuesta de los coros que cantaban el salmo 121, aquello de "a ti levanto mis ojos, mi ayuda proviene del que hizo el cielo y la tierra”. Zelenski debía estar en un ay, siguiendo las noticias que le llegaban de Siria y de la ofensiva rebelde yihadista, que ahora te explicaré, tiene muy directa relación con la guerra de Ucrania y por lo tanto, con tus intereses y los míos.
La noche nos ha dado la noticia impresionante y completamente imprevisible de la caída del régimen de Bashar Al Asad en Damasco. De forma totalmente sorprendente, los yihadistas de una facción escindida de Al Qaeda han demostrado que el gigante tenía los pies de barro. En apenas diez días han derribado al mandatario, que a estas horas está en paradero desconocido. Los de Al Qaeda dicen que ya ha huido. Más de cincuenta años llevaba su familia en el poder. NI la primavera árabe ni la guerra de Siria había podido con una dinastía que sobrevivió a los grandes dictadores de la zona. Mubarak en Egipto, Sadam Hussein en Irak o Gadafi en Libia.
¿Cómo es posible que un régimen fuertemente militarizado, apoyado por Rusia e Irán, se haya derrumbado? Pues ahí es donde nos toca la cosa. Porque ni Rusia ni Irán están para fiestas. Moscú centra sus esfuerzos en Ucrania, que está sangrando la economía y la moral nacionales tras dos años de guerra e Irán está agobiado bajo las sanciones occidentales y empleado en abastecer a Hizbulá en la guerra contra Israel y a los rebeldes hutíes de Yemen.
Lo que ha pasado anoche, la caída de Damasco y de Siria, tiene dos perfiles diferentes. Uno, la crisis humanitaria, porque esta nueva guerra ha desplazado casi 400.000 personas otra vez. Recordemos que la guerra de Siria ha puesto cientos de miles de personas en Turquía, en Alemania y por toda Europa. Algunas de esas personas habían regresado de nuevo a su país y ahora se encuentran otra vez con este panorama de inestabilidad. Ojalá que esta facción de Al Qaeda no dé lugar a una nueva guerra civil y a otro éxodo masivo.
El otro perfil de todo esto es curiosamente más o menos positivo, porque la debilidad de Rusia permite entrever una posibilidad de solución negociada en Ucrania. Zelenski ha sido el primero en insinuarlo la semana pasada, al decir que se sentaría a la mesa de pactos si la OTAN admite a Ucrania en sus filas. Moscú no va a renunciar a Crimea, pero Zelenski podría dejar en un futuro incierto la recuperación de sus territorios a cambio de protección militar occidental. Ayer el preguntaron en París por ello y contestó que la paz debía ser el resultado de un acuerdo justo. Es la primera vez que vemos a los actores del conflicto agachar un poco la cabeza.
En España, pocas noticias en el puente. Aquí está todo el mundo descansando y nadie se ha atrevido en el PSOE a toser a Pedro Sánchez y presentarse por Madrid tras la caída de Juan Lobato. En consecuencia, Óscar López ha sido proclamado secretario general por aclamación cesarista. Amargo destino, por otra parte, enfrentarse a Isabel Díaz Ayuso. Tiene a su favor que ya perdió en Castilla y León y que está acostumbrado a inmolarse por el jefe donde le manden.
Para celebrar la Constitución, el ministerio de presidencia ha hecho un vídeo épico ensalzando la libertad de los españoles. Técnicamente es impecable y estamos de acuerdo. Los españoles somos libres para amar a quien queramos, tenemos libertad religiosa, y mujeres y emigrantes son pilares de la convivencia.
Lo que obvia el vídeo es que los que se aman no tienen piso para amarse, dada la carestía brutal de la vivienda, los que van a misa no tienen trabajo, porque un tercio de los jóvenes españoles está en paro y tenemos las tasas de desempleo juvenil más altas de Europa, y los emigrantes a su vez lo tienen tan negro como nosotros en una país de baja productividad donde el déficit público es alarmante. En cualquier caso tranquilos, lo que sí sabemos, eso sí, es quién es nuestro líder. Puede que dudemos de nuestro sexo o del nombre de nuestro Dios, pero lo que nos queda claro es quién manda aquí.