Cristina, sobre el escándalo Aldama: "Si esto es verdad, ya no se trata de que el gobierno cese: es que todos han de ir a la cárcel: Se trata de la credibilidad de España como institución"
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Te saluda Cristina López Schlichting en nombre de todo el equipo de Fin de Semana, que te acompaña sábados y domingos hasta las dos. Bienvenido a Cope, amigos.
Es un día estable, de transición entre una borrasca y otra. Ha pasado la borrasca Caetano y viene otra a la que le han puesto Bert y que llega desde Inglaterra. Habrá en general nubosidad y nieblas matinales que luego tienden a levantar, con algunas lluvias en la meseta y en los entornos de montaña, así como en Galicia y el Mediterráneo, también en Canarias, en La Palma. Las temperaturas máximas descienden en Canarias y el mediterráneo y aumentan en el resto.
Se recrudece la guerra en Ucrania, y la tenemos al lado. Ya sabéis que el todavía presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, ha tenido la ocurrencia, de autorizar a Ucrania el uso de misiles de largo alcance en territorio ruso, que a quién se le alcanza a qué viene esto. Vladimir Putin lo consideró inaceptable y el jueves respondió enviando un misil balístico hipersónico de tipo Oreshnik contra una fábrica de armamento en la región de Dnipro.
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El presidente ruso explicó que se reserva el derecho de usar estas armas contra instalaciones militares occidentales, visto que a él también lo pueden bombardear en su territorio. Además, un ataque ruso con drones en la ciudad de Sumy ha causado dos muertos y doce heridos. Putin ha ordenado ayer iniciar la producción en serie del misil hipersónico.
Si da vértigo oí hablar de misiles de largo alcance o hipersónicos desde España, imagínate cómo se sienten los vecinos inmediatos, como Polonia o Alemania. Los alemanes, que son muy de prevenir, han decidido ir preparando su Ejército y su sociedad. Tras dos guerras mundiales, volver a hablar de empresas al servicio del ejército… me parece espantoso.
Y el misil en España se llama Víctor de Aldama, un empresario corrupto que trabajó -si es que pude usarse la palabra trabajar- para el ministro socialista José Luis Ábalos, que lo ha sido todo en el PSOE y que era mano derecha de Sánchez, ha decidido colaborar con el juez. Acusa de corrupción al presidente Sánchez, a su mujer, a los ministros Torres y María Jesús Montero, al tercero del PSOE, Santos Cerdán, a Salvador Illa y a varios directores de gabinete. Pedro Sánchez dice que miente, que todo son invenciones, una “inventada”.
Ayer presentaron todos ellos una demanda de conciliación en el juzgado, para que se disculpe, aunque no se entiende muy bien. ¿Por qué no se han querellado? ¿Acaso va a dar marcha atrás un tipo que dice que ahora va a presentar pruebas?
Pruebas de qué. Pues dice este pájaro que pagó 15.000 euros a Santos Cerdán, número tres del PSOE, por una licitación irregular para una constructora; 25.000 al director del gabinete de María Jesús Montero, Carlos Moreno, para que Hacienda hiciese la vista gorda con una empresa amiga y entre 300.000 y dos millones de euros a Ábalos. Son tantos los datos y Aldama se juega tanta cárcel que resulta difícil creer que mienta en todo, pero se necesitan pruebas.
Él dice que se preparen, que las va a dar. Primero lo dijo al salir de la cárcel. Luego lo ha repetido ayer en la puerta de casa de su hija. Ahora bien, sin necesidad de correos electrónicos, o fotos, o pantallazos de wasap, hay varios detalles de la declaración que son muy fáciles de comprobar.
Por ejemplo, dice Aldama que Delcy Rodríguez, la vicepresidenta venezolana, no llegó improvisadamente a España, como afirmó Pedro Sánchez: que tan preparada estaba la visita que el mismo Aldama se encargó de buscarle un piso para su estancia y que se encomendó al CNI revisarlo. O sea, basta con hablar con el Centro Nacional de Inteligencia para chequear si es verdad. Porque esta señora tenía la entrada prohibida en Europa y le estaban preparando una cena con ministros.
Segundo, otra cosa alucinante y sencilla. El rescate público de Air Europa estuvo precedido de reuniones de Aldama con Pedro Saura, secretario de Transportes. Compruébense las agendas del jefe de gabinete.
En tercer lugar, dice Aldama que Begoña Gómez se reunió, al menos una vez, con la ministra Teresa Ribera para, prevaliéndose de su posición como esposa de Sánchez, amadrinar un proyecto de desarrollo para la España vaciada en el que participasen empresas que la financiaban a ella en su África Center, entre ellas Wakalua, filial de Globalia. ¿De verdad un estado democrático carece de medios para reconstruir las visitas de la mujer del presidente a los próceres y saber si Wakalua estaba embarcada en proyectos rurales?
Hablamos de una mafia de Estado, de una trama que involucra a la familia de Pedro Sánchez y lo pone al frente de una red de ministros, secretarios de gabinete, empresarios corruptos y conseguidores para lucrarse y beneficiarse mutuamente"
Directora de Fin de Semana de COPE
Lo que la opinión quiere saber es por qué todos se conocían entre sí, comían y se paseaban juntos, se contrataban unos a otros, no sólo en la administración o el círculo de los conseguidores, sino en las empresas que patrocinaban a Begoña Gómez. Hablamos de una mafia de estado, de una trama que involucra a la familia de Pedro Sánchez y lo pone al frente de una red de ministros, secretarios de gabinete, empresarios corruptos y conseguidores para lucrarse y beneficiarse mutuamente.
Si esto es verdad, ya no se trata de que el Gobierno cese, es que todos ellos han de ir a la cárcel. No es dinero, ni relaciones, o no tan sólo, es la credibilidad de España como institución. Es un apuro. Una vergüenza. Y un absoluto dolor.
Y un apunte de consumo, porque hay que ver lo mal que los pasamos a veces en los viajes de avión hoy en día. Lo estrechos que son los asientos, que ni caben las rodillas. Lo apachurrados que vamos, los atrasos que soportamos y lo mal que nos tratan. Bueno, el gobierno ha puesto una multa a las compañías de bajo coste al menos a cinco de ellas.
Concretamente por cosas como cobrar el equipaje de mano en cabina, la elección de asiento o la impresión de billetes. Es que manda narices. Lo malo es que la sanción de 179.000.000 euros no va a servir para nada, porque las compañías van a recurrir y hasta que fallen los juzgados al final van a seguir cobrando. Además, como el resto de los países europeos van a seguir aplicando las medidas injustas, pues no se va a arreglar la cosa.