"Es muy fuerte tener que aguantar a Otegui explicarnos cómo gestionar la defensa"

La directora de Fin de Semana reflexiona sobre la Ley de Protección de Seguridad Ciudadana, después del pacto entre el Gobierno y EH Bildu para reformarla. Y repasa otros asuntos de la actualidad nacional e internacional

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¡MUY BUENOS DÍAS ESPAÑA! Que te estábamos esperando, solo faltabas tú. Esto es Fin de Semana de la Cadena Cope y este equipo te acompaña hasta las dos de la tarde. Me llamo Cristina López Schlichting y te diré que el tiempo ya ha empezado a cambiar. Se acabó el veranillo de San Miguel y llegan las borrascas esta próxima semana.

Y estos climas borrascosos recuerdan al ambiente político. Madre mía qué clima hay en España. Ayer el ministro Fernando Grande Marlaska acudió a Mérida para asistir a un concierto ofrecido por la unidad musical de la Guardia Civil en el teatro romano, con motivo de los actos conmemorativos de la Virgen del Pilar, patrona del cuerpo. El auditorio estaba mayoritariamente ocupado por las familias de los miembros de la Benemérita y, cuando el ministró entró... se dio una situación digna de mencionar.

Unos pocos aplausos y un recinto mayoritariamente atronado por abucheos flanquearon a Marlaska. Detrás de todo esto, seguramente el dolor por la gestión de la guardia civil en la lucha contra el narcotráfico y en las fronteras, y desde luego los nuevos acuerdos en la Ley de Seguridad Ciudadana con Bildu. Es que es muy fuerte tener que aguantar a Otegui explicarnos cómo gestionar la defensa.

Como bien dijo Page, presidente de Castilla La Mancha el viernes, es alucinante poner a la zorra a cuidar las gallinas.

Las intervenciones del barón socialista, tras su encuentro con Pedro Sánchez en Moncloa, están dando para mucho. Puesto que se opone frontalmente al acuerdo de financiación privilegiada para Cataluña, desde el partido de Puigdemont lo atacaron ayer. Jordi Turull, secretario de Junts, tuvo expresiones muy groseras en las redes sociales. Concretamente escribió: “Lo que dice Page es una versión cutre, pero muy precisa, de la España que tiene a Cataluña por una colonia que puede expoliar. El esfuerzo y el riesgo son paro a los catalanes y basta. En cambio, las ganancias, a repartir para todos los españoles. Los catalanes, a trabajar, pagar y callar”.

La verdad es que dan ganas de responderle personalmente. ¿Qué se cree que hacemos los demás? Trabajar, pagar y callar. ¿O es que Madrid dice 'vamos a cobrar nosotros los impuestos millonarios que recaudamos? Como si nos fuese indiferente el destino de la Línea de la Concepción, de Huelva, de Galicia, de Castilla la Mancha... qué falta de solidaridad.

      
             
      

También hay follón entre el PP y el Gobierno a cuenta de la inmigración. Los populares han suspendido la reunión fijada para mañana para tratar la crisis migratoria. ¿Por qué? Protestan porque el Gobierno rechaza la oferta de la Unión para repartir a los menores inmigrantes por distintos países. Responden los socialistas que el PP miente, pero los de Feijoo agregan que el ejecutivo no solo se ha negado a pedir la ayuda de los patrulleros de la UE, los famosos barcos de Frontex, sino que ahora rechaza el apoyo de Europa para remediar la continua llegada de cayucos a Canarias, y delega las responsabilidades en las comunidades autónomas.

Y crisis en el partido socialista de León. Empiezan a crujir las cubiertas de cara a la reunión federal de noviembre. Ya sabéis que Pedro Sánchez ahí quiere establecer su poder omnímodo y quitarse del medio a todos cuanto le molestan. Bueno pues allí, el secretario Luis Tudanca había convocado elecciones primarias. A su vez, la Comisión de ética y garantías del partido de Sánchez las suspendió arguyendo que debían celebrarse después del Congreso Federal convocado en noviembre en Sevilla. En realidad, la polémica refleja las tenciones en el PSOE. Tudanca es uno de los objetivos que quiere descabezar Sánchez, que quiere asegurarse en el Congreso federal que domina completamente el partido. Ayer, la diputada leonesa Andrea Sánchez afirmó que no quiere “un PSOE al servicio de la cosa nostra”. Madre mía, madre mía. Con ello está la polémica servida.

Pero hoy, de lo que hay que hablar sin duda es de Oriente Medio. Menudo fin de semana tenso, esperando la reacción de Israel a los misiles de Irán el pasado martes. Mañana, 7 de octubre, se cumple un año del secuestro de 250 rehenes israelíes por parte de la banda terrorista Hamás y el ejército hebreo ha comunicado a través de su portavoz militar, Daniel Hagari, que están en alerta en previsión de ataques islamistas mañana.

      
             
      

También afirmó ayer Hagari haber matado a 1200 combatientes de Hizbulá desde el inicio de la ofensiva terrestre sobre el Líbano el pasado lunes, entre estos figurarían 30 comandantes.

Lo cierto es que las cancillerías internacionales están teniendo muchos problemas para compaginar la comprensión hacia Israel, que se responde a los ataques de Hamás e Hizbulá, con la invasión israelí del sur del Líbano. El presidente Enmanuel Macron lamentó ayer en particular la incursión terrestre del Líbano el lunes, al mismo tiempo que subrayaba el derecho de Israel a defenderse. Francia, anunció Macron, organizará este mismo mes una conferencia internacional de apoyo al Líbano.

El diplomático hebreo Slomo Benamí hablaba esta mañana con Fernando de Haro sobre los motivos de Israel para esta nueva guerra. Mientras esperamos a lo que ocurra mañana por parte de los islamistas, ayer por la tarde llegó a Israel el jefe del Comando Militar Central de EEUU, el general Michael Erik Kurilla, para participar a su vez en la respuesta del estado hebreo al ataque iraní del martes. Tel Aviv señala que esta respuesta será “seria y significativa”.

      

Coincidiendo con la guerra, Don Felipe VI está en Jordania de visita oficial. La gravedad de la situación ha obligado a reducir el viaje de estado de tres días que se fijó en compañía de la reina y sustituirla por un día y sin doña Letizia. Es el primer viaje a Jordania desde que el rey fue proclamado y las relaciones bilaterales son tradicionalmente muy amistosas. Don Felipe intervino pidiendo el fin del conflicto.