Schlichting: "Putin ha hecho el ridículo. ¿Imaginan una columna de mercenarios de Texas hacia Washington?"
El análisis de la comunicadora del fallido golpe de Estado de los Wagner al Kremlin
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¡Muy buenos días, España! 25 de junio y Lorenzo está salvaje. Ayer por la tarde se me ocurrió ir a La Mancha. No os voy a contar esos 37 grados y ese regreso tórrido por las carreteras españolas. El coche, al aparcarlo, parecía un hervidor de agua de los que uso para hacer el té.
Hoy, su señoría, el Sol, nos pondrá a 42 grados en Sevilla y Badajoz, 41 en Córdoba, 34 con humedad en Valencia, 31 en Barcelona -no te quiero explicar Barcelona en verano- y Madrid, a 37. En Toledo, hoy 39. Y subiendo.
Elecciones 23J
Si algo hubiese temido Pedro Sánchez en esta campaña electoral, habría sido que PP y Vox se peleasen. Eso es lo peor que le podía pasar. Su peor desgracia demoscópica. El hombre fía buena parte de su éxito a azuzar el temor a la llegada de la derecha al poder.
Que viene Vox. Que viene la alianza de PP y Vox. Que nos quitan los derechos a las mujeres, expulsan a los inmigrantes, rompen con Bruselas y hacen estallar el cambio climático. Por eso, lo que está pasando en Extremadura y los escollitos en las negociaciones de Aragón o Murcia pone de los nervios en Ferraz.
Digo yo que estos follones se solucionarán, con elecciones locales o sin ellas, después de los comicios del 23 de julio, pero entretanto le sirven a Feijóo, al que ayudan a cultivar su imagen de moderado y centrado, la que cultiva con mimo para aglutinar el centro derecha e intentar acercarse lo más posible a la mayoría.
Un mes nos queda para ir a las urnas y se están sorteando las mesas. Desde el pasado 22 de junio y hasta el próximo miércoles 28 se rifan los puestos en las mesas electorales, y así como el voto lo puedes hacer por correo, esto otro no hay quien te lo quite de encima, salvo que tengas motivo muy justificado. Enseguida te explicamos cuáles son estas razones para librarte con un experto.
Triste crónica ayer la del incendio en una residencia pública para discapacitados mentales. Fue en Torrelodones, en la provincia de Madrid. El fuego mató a una señora de 53 años, una enferma del centro, en la Casa Familiar San Francisco de Asís, e intoxicó a otras diez personas, cinco internos y cinco trabajadores.
¿Faliido? golpe de Estado en Rusia
Pero la noticia que lo copó todo ayer y aún nos alarma es que estuvimos a punto de ver estallar una guerra civil en Rusia. Ha quedado abortado al final el intento de los guerrilleros del llamado Grupo Wagner, soldados de fortuna pagados por Moscú, de rebelarse contra Putin e invadir nada más y nada menos que la capital.
Ayer por la tarde los mercenarios, que habían cruzado la frontera entre Ucrania y Rusia, para protestar por sus sueldos y denunciar al ministerio de Defensa por sus estrategias, que critican, estaban a apenas doscientos kilómetros de Moscú. Se pidió a la población que no saliese de la ciudad, se cerraron los parques y se decretó mañana lunes como día no laboral. No me quiero imaginar el estado de nervios de los ancianos que recuerdan la invasión alemana y la segunda guerra mundial.
Al final medió entre los mercenarios sublevados y el Gobierno ruso el presidente de Bielorrusia, Lukashenko, que encabeza un gobierno títere de Moscú. Se llamaron por teléfono y el jefe de los rebeldes, accedió retroceder con sus tropas a las bases y se garantizó el exilio en Bielorrusia.
Más allá del destino personal de este Prigozin, que nos importa poco, o de la evolución de los combates en Ucrania,
. ¿Alguien se imagina una columna de mercenarios saliendo de Texas y subiendo por Estados Unidos hacia Washington? En unos minutos un F18 los hubiese neutralizado.
Ha quedado de manifiesto que se puede invadir Rusia y que los mil kilómetros hasta Moscú pueden ser un paseo triunfal para cualquier enemigo bien pertrechado. La gran pregunta es de orden político, sobre el inquilino del Kremlin. Los que hemos asistido a los grandes desfiles militares en Moscú o hemos hecho cola para ver la momia de Lenin, los que recordamos la Guerra Fría y la rivalidad entre Estados Unidos y la Unión Soviética, no damos crédito.