Cristina L. Schlichting: "La nueva Ley de Educación pretende tenernos sometidos a la ideología del Estado"
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No hay nada más injusto que la libertad impuesta a machamartillo. Lo hemos aprendido durante las dictaduras en Europa. Pero lo cierto es que ahora, en la nueva Ley de Educación, nos vienen impuestos un montón de criterios que supuestamente son progresistas, pero que pretenden hacernos a todos uniformados y absolutamente sometidos a la ideología del Estado.
Hay una primera parte que se refiere a bajar el nivel de la enseñanza para que todo el mundo sea igual. A quitar las reválidas, los itinerarios alternativos y eliminar la excelencia. Una forma muy estúpida de anclar España en un atraso desde el punto de vista educativo. Una forma falsa de entender el socialismo y la igualdad social.
Y luego hay toda una serie de órdenes para que las personas que difieren del criterio que puedan tener PSOE y Podemos sobre la enseñanza, queden al margen. Por ejemplo, quienes deseen la enseñanza concertada tendrán menos espacio porque se elimina el criterio de la necesidad o la preferencia social a la hora de elegir colegio. Es obligatorio ir a la enseñanza pública y estatal y, por lo tanto, solamente podrán tener libertad los ricos. Los que puedan pagarse un colegio privado. Aquellos que difieran en algún sentido porque son católicos, o judíos, o tienen algún tipo de preferencia educativa, si no tienen dinero, no pueden elegir. Esos, a la estatal, que es lo que les gusta a Pablo Iglesias y a los actuales dirigentes.
Y lo mismo ocurre con la separación por sexos. Que yo sepa, los que nos hemos educado en colegios de chicas o de chicos, no estamos tarados, ni somos menos feministas, ni tenemos ningún problema sexual. Por lo tanto, y de acuerdo con las últimas corrientes en Escandinavia o en Estados Unidos, la educación diferenciada es perfectamente aceptable. ¿Por qué negársela a quien quiera elegir? El derecho a elegir está siendo cercenado.
Por supuesto, ocurre con la religión. ¿Cómo convencer a un chaval de que vaya a la asignatura de Religión si no va a obtener ningún rendimiento académico y además va a tener que estar más horas que sus compañeros en el colegio? Es una forma de desincentivar el estudio de los valores, la identidad moral del individuo y las grandes preguntas sobre la existencia.
Por el contrario, sí que se entiende que esto merece algún tipo de reflexión. Y entonces, se establece una Educación para la Ciudadanía obligatoria para todo el mundo. Eso sí, con las ideas estatales. Volvemos a la antigua cuestión de Educación para la Ciudadanía. Y durará lo que dure esta Ley porque, con otro gobierno, habrá que cambiarla.
En definitiva, lo que se demuestra es, por un lado, un concepto falso de la igualdad, y el deseo de que no haya ninguna especificidad, ninguna libertad educativa y ninguna creatividad fuera de lo que dictan como “bueno” los que ahora mismo dictan la estatalidad en España.