Muy buenos días en este sábado 20 de julio, día de San Elías, en que hace calor pero las cosas han vuelto a su sino. Hará 29 grados en Tarragona de máxima y 39 en Sevilla (esto sí, esto es lo lógico, que por eso luce mi gitano mejor bronceado que Julio Iglesias). En un rato nos contará Olcina los detalles de la canícula y cómo será la semana. Ojito a los de las carreteras, que estamos en cambios de veraneo, recordadlo.
Presidente por accidente. Será el titular esta semana, martes o jueves, si le sale bien la finta a Pablo Iglesias, que ha cogido por sorpresa a los socialistas, que no esperaban este cambio de marchas ni que el de la coleta se quitara de en medio.
El gol que le ha metido Iglesias al asesor de comunicación de Pedro Sánchez, el famoso Iván Redondo, ha sido por la escuadra. Redondo sacó a su jefe en entrevista y Pedro Sánchez se puso estupendo
Y Pablo Iglesias no sólo recogió el guante, sino que dobló la apuesta. Que sí, que sí, que sí, que yo me echo a un lado, pero ahora tú me pones de ministros a Echenique, o a mi señora. Porque es lo bueno que tienen estos matrimonios a lo Ceaucescu, que si no va él al puesto, va ella, y todo queda en casa. En este caso, en Villa Galapagar. ¿Qué más da si están uno u otra en el ministerio? Por la noche, mientras se hacen los sándwiches mixtos, comentamos la jugada en la gran piscina y vamos haciendo el camino en pareja.
Lo de Sánchez e Iglesias ha sido como una partida de ajedrez. Movimiento a movimiento. Y aún no ha terminado, que de aquí al martes hay que rematar. Primero, Gobierno de cooperación, que nadie sabía lo que era. Después, marcha atrás y convocatoria de Iglesias de consultas a las bases, que están ahí para votar lo que diga el jefe, como así hicieron. No querían cooperación, sino gobierno de coalición sin vetos. Y ahí es donde metió el patorro el presidente, con el anuncio de que no podía pactar con uno que era partidario de llamar presos políticos a los golpistas.
¿Qué no quieres arroz, Catalina? Venga dos tazas. No tendremos a Pablo de vicepresidente, pero tendremos de ministra a su señora.
Pues esta señora será una de nuestros gobernantes. La elección del candidato socialista está a punto de horno. Los votos salen. Con Podemos, votarán a favor Revilla, con su partido regionalista de Cantabria, Compromís desde Valencia y eventualmente el PNV. Entre todos tendrían 173 votos y bastaría añadir la abstención de ERC o de Bildu, que ya han asomado la patita anunciando su entusiasmo.
Podemos llevó a Pedro Sánchez al Gobierno en la moción de censura, y ahora Sánchez tiene que pagar la compensación. Si el pacto se cumple, va a ser un Gobierno atroz. El de las subidas de impuestos que temen las pymes, el de la intervención en los medios de comunicación, el de los comités políticos en todas las empresas públicas, el de la eutanasia -que es la alegre apuesta que nos hacen-, y el del indulto a los golpistas.
Llegados a este punto, y con este calor, lo mejor es despegar de la superficie terráquea y coger un poco de perspectiva desde el espacio. Si nos pegamos demasiado a los hechos puede darnos un pasmo de miedo, pero desde una nave espacial, las naciones y su historia adquieren otra perspectiva. Desde la luna, la tierra parece extrañamente pequeña y azul, bellísima en medio del universo, y uno comprende
Que las cosas son más grandes y profundas, que la Historia es larga y todo se pasa. Que la cuestión de la vida no son Iglesias ni Sánchez, y que vivimos en un universo inmenso, tan inmenso casi como los deseos de nuestro corazóin.