Schlichting: “Tezanos reconoce que el PSOE perderá por goleada para sacar de casa hasta al gato”
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¡Muy buenos días, España! Feliz domingo de Pentecostés y feliz celebración en el Rocío, donde esta madrugada se producirá el salto de la reja. Tiempo estable y agradable, las temperaturas descenderán en el norte y aumentarán en el suroeste y en la zona de Levante. Algunos chubascos en la cornisa cantábrica , norte de Navarra y Pirineos. Enfilamos una semana que traerá otra ola de calor intenso, con 40 grados en Sevilla y Córdoba y 38 en Badajoz, Toledo o Zaragoza. Esto decía nuestro Jorge Olcina.
Hoy tenemos partido. Rafa Nadal disputa la final del Roland Garros y busca la decimocuarta copa, qué barbaridad. Nuestro héroe jugará contra uno de sus alumnos, como lo oyes. Casper Ruud es un joven noruego de 23 años que apuntaba maneras cuando llegó a la Academia de Nadal y se ha convertido allí en una fiera. Máxima tensión en el partido que empezará a partir de las tres de la tarde y que podrás seguir en primera fila en Tiempo de Juego.
Elecciones en Andalucía y el CIS de Tezanos
Y mucha campaña andaluza. Los candidatos, ya como locos de un lado para otro, buscando arañar votos de aquí al 19 de junio. Las cosas están tan graves que hemos visto cómo se producía un milagro sociológico. Comprobar que Tezanos publica datos que se acercan a la verdad es, sin duda, un acontecimiento. ¿Por qué lo ha hecho? ¿Por qué las encuestas del CIS dicen lo mismo que el resto de las empresas demoscópicas? ¿Cómo es posible que el amigo de Pedro Sánchez vaticine 49 escaños a Juanma Moreno en Andalucía, que le permitirían gobernar cómodamente? Según el sondeo del jueves, Juan Espadas empeoraría el resultado de Susana Díaz en 2018, con un 25,2 por 100 de los votos frente a aquellos 27, 95 por 100.
Ni por un momento consideres que este “ataque de realismo” puede deberse a una conversión de don José Felix Tezanos a la verdad de las cosas. La razón es que el Partido Socialista ignora por completo cómo movilizar a sus desmoralizados votantes. Madrid fue un escenario similar, y en aquel entonces el jefe de las encuestas que pagamos todos lo intentó exagerando e inventando, proporcionando datos tan espléndidos a su partido que cayó después en el más absoluto de los ridículos, cuando Isabel Díaz Ayuso arrasó en las urnas. Esta vez, el demagogo ha elegido el método contrario: reconocer que el PSOE perderá por goleada con ánimo de sacar de casa hasta al gato.
Qué cosas, lo que estamos viendo en esta campaña. Asistimos a una profunda transformación de la región más grande de España. Más de ocho millones de habitantes, que proporcionan la mayor bolsa de voto de nuestro país. Una fuerza política fabulosa que, durante casi cuarenta años, sostuvo al Partido Socialista Obrero Español garantizándole un suelo de voto sólido. La gente ha comprobado que el mundo no se acaba tras el PSOE. Si se confirma lo que parece va a ocurrir en Andalucía, entraremos en un cambio de ciclo. Así lo explicaba ayer Juanma Moreno.
Con Ciudadanos y la ultraizquierda cada vez más desdibujados, yo diría que hay tres discursos distintos en la campaña andaluza. El de Juan Espadas es el de vota al PSOE, que vendrá dinerito fresco de arriba. El de Vox, muy combativo. El de su candidata, Macarena Olona dirigiéndose a la ministra Irene Montero. El discurso tranquilo de Alberto Nuñez Feijoo, que no entra en polémicas ideológicas y va a las cosas de comer.
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Ucrania, 100 días después
Y la noticia internacional es esa guerra que dispara la inflación y encarece la energía, además de generar incontables sufrimientos. ¿Cómo es posible que los seres humanos aprovechemos el momento de salida de una pandemia mundial, con montones de muertes, para organizar una guerra? ¿No decíamos que los aislamientos, las carreras por lograr una vacuna, tanto sufrimiento debían enseñarnos algo? Pues aquí estamos, matándonos.
A los cien días de la guerra de Ucrania, hagamos un poco de recuento. Vladimir Putin consideró una provocación el intento de Ucrania de sumarse a la OTAN y argumentó que franjas enteras de la población ucraniana son de lengua y cultura rusa y tienen derecho a vivir bajo el mando de Moscú. Putin confundió el presente de un país europeo libre con las épocas soviéticas y así estamos. Con una guerra que empezó en Crimea, por los puertos del Mar Negro, hace ocho años y que ahora se ha extendido con la pretensión de crear todo un corredor ruso a costa de los territorios ucranianos, que aseguren la salida al mar. Nada podía augurar que un país pequeño hiciese una resistencia tan aguerrida al oso ruso.
Pues aquí estamos, en una batalla que lleva ya cien días y que amenaza con extenderse en el tiempo. Una guerra que en tierra enfrenta a rusos y ucranianos, pero que tiene legiones de hackers en internet, donde se desarrolla la batalla de la información. Que moviliza programas de espionaje internacional y que nos ha implicado a todos en una guerra económica. El gas, el petróleo, el trigo, los fertilizantes, todo se ha convertido en arma y vamos a un invierno en que la energía va a faltar en Europa occidental y los países del tercer Mundo pueden quedarse sin alimento.