Un enfermero revela el truco para calcular cada cuánto tiempo tenemos que ponernos crema para no quemarnos
Pedro Camacho explica en 'Fin de Semana COPE' qué es el factor de protección solar y las cremas más apropiadas para protegernos frente al sol dependiendo de la edad
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Como todos sabemos cuidar nuestra salud siempre es importante, también en verano, una época del año en la que estamos muy expuestos al sol. Aunque su vitamina es buena, hay que recordar que, al igual que muchas otras cosas, este tiene varios efectos negativos como el cáncer de piel, además de provocar el envejecimiento cutáneo. Por eso, es esencial protegerse a diario de los rayos UV y más aún en verano y en todas las edades.
Pedro Camacho, enfermero en pediatría y atenció primaria avisaba en 'Fin de Semana COPE' del daño que nos puede ocasionar. Y es que, "una persona tiene el doble de riesgo de desarrollar un melanoma, la forma grave del cáncer de piel, si ha tenido cinco o más quemaduras durante su vida". Para reforzar este dato, existen estudios y encuestas como la de The SKin Cancer Foundation donde se muestra que el 42% de las personas sufren, al menos una vez al año, quemaduras solares.
Este puede desarrollarse en cualquier parte del cuerpo, independientemente de la zona quemada ya que, "su patrón más grave se da cuando hay una quemadura breve, pero intensa". Pero no es el único, la enfermedad puede darse por antecedentes familiares, el tipo de piel o la acumulación de sol, como es el caso del carcicoma basocelulary de células escamosas.
¿Qué es el factor de protección solar?
Por todas estas razones es importante protegerse del sol y utilizar para ello el protector solar, el cual contiene siempre un factor de protección, "que mide la capacidad protectora del protector frente a los efectos nocivos de la radiación ultravioleta". Es el que nos indica "el tiempo orientativo que la piel puede estar al sol sin que nos aparezca un enrojecimiento o se produzca una quemadura solar", explicaba Camacho. Si el producto, por ejemplo, es de factor 15, "la piel puede estar expuesta 15 veces más tiempo que sin protección".
Ahora bien, ¿cómo calculamos el tiempo? Como apuntaba el enfermero, "una persona que se quema a los 10 minutos, cuando se lo aplica, el tiempo que tarda en quemarse se transforma, más o menos, en unos 150 minutos". Por lo tanto, tan solo consiste en multiplicar el factor de protección por el tiempo que tarda en quemarse la persona.
Y si nos quemamos, ¿que hacemos? Normalmente, las quemaduras suelen ser de primer grado pero, si se produce una descamación o ampolla, ya hablamos de una de segundo grado, donde se necesitaría valoración médica. Estas no son iguales en todas las edades. Si hablamos de un menor de seis meses, es "recomendable acudir a las playas o las pisicinas a primera o última hora, nunca en las centrales", ya que no es seguro que se expongan tanto al sol. En ellos es importante empezar a utilizar las cremas a partir de los seis meses, las cuales deben llevar "protectores solares de filtro físico o mineral", al igual que las embarazadas porque "actúan a modo de pantalla, reflejan las radiaciones para que no penetren en la piel", a diferencia de las de factor químico que utilizan los adultos.
Repelentes, ¿cuándo y cómo usarlos? ¿Pueden mezclarse con los protectores?
En la lucha contra los bichos de verano, como pueden ser los mosquitos, entran en escena los repelentes, que dependen de la edad. Los que contienen un 20% de DEET son apropiados para niños de mayores de dos años y embarazadas, la citronela para los de entre 2 y seis meses. Por su parte, los de entre seis meses y un año, icardina concentrada en un 20%.
Por último, es importante que el protector no se mezcle con el repelente. El primero se da en las horas solares, mientras que el repelente cuando cae el sol. En el caso de mezcla, "se da primero el protector y se esperan 30 minutos para el repelente", finaliza Camacho.