"Pensaba que era el fin del mundo": Margarita relata en COPE el drama del terremoto que ha asolado Marruecos
Margarita Sánchez es española y ha vivido en primera persona el devastador terremoto de 7 grados en Marruecos que ha dejado centenares de muertos y heridos
Publicado el - Actualizado
2 min lectura
Margarita Sánchez es española y ha vivido en primera persona el devastador terremoto de 7 grados en Marruecos que ha dejado de momento más 800 muertos y de 600 heridos.
En Fin de Semana COPE ha relatado el duro momento por el que ha pasado esta madrugada. "Fue un sonido ensordecedor que duró muchísimo". "Pensaba que era el fin del mundo".
Margarita, que se encontraba en Marrakech en el momento del seísmo, relata en COPE con dificultad -debido a lo complejo de las comunicaciones en estos momentos-, que alrededor de las 11 de la noche hora local, "escuchó un "rugido" seguido de un "temblor". "Al principio pensé que era un atentado, luego ya me di cuenta de que era un seísmo".
"Me puse a rezar en posición fetal"
"Lo más anómalo es que duró muchísimo o a mí se me hizo eterno. La cama empezó a temblar de manera exagerada y decidí ponerme en posición fetal en el suelo, rezando, no me quedaba otra opción porque pensaba que era el fin del mundo", explica esta periodista de la agencia EFE.
En su casa, "tenemos una escalera de mármol que empezó a temblar de una manera bárbara, bajamos mi marido y yo aterrorizados".
El terremoto se produjo mientras estaban volando
COPE también se ha puesto en contacto con Ana. El terremoto se produjo mientras ella y su familia estaban volando. Nadie les avisó y, cuando aterrizaron se encontraron una ciudad devastada. Han tenido que dormir en la piscina del hotel donde se hospedaban "porque no se sabía lo que podía pasar". "El hotel es sólido pero tiene unas grietas alucinantes", cuenta.
Ahora no pueden salir y asegura a Fin de Semana que se encuentran "en una ratonera". "No hay vuelos y a Casablanca son 3 horas de coche y por el camino puede haber otro seísmo".
No obstante en el hotel donde se hospedan les piden no moverse. "Nos aseguran que tienen agua y comida suficiente".
La zona donde vive "es de casas consistentes y no ha sido muy afectada", pero estiman que en la medina, con casas más endebles, "ha habido bastantes daños".