La oncóloga Helena Huertas avisa sobre la dieta que promete curar el cáncer: "A día de hoy"

Helena Huertas tuvo cáncer con 14 años y ahora es oncóloga. Ha publicado la guía 'Lo que me hubiera gustado saber como paciente de cáncer' y cuenta los detalles en 'Fin de Semana'

Hospital, imagen de archivo

María BanderaRedacción Fin de Semana

Publicado el - Actualizado

4 min lectura

Todo empezó cuando estando en el salón con tan solo 14 años Helena notó bajo la piel del cuello unos pequeños bultos, no eran molestos ni siquiera dolían y con la calma de un adolescente de esa edad, no le dio importancia.

Su vida pivotaba entonces en torno a los estudios, los amigos, las fiestas, los primeros amores, pero cuando la pediatra en una visita rutinaria palpó aquellos bultitos, torció el gesto y una biopsia le puso nombre y apellidos: Elena tenía cáncer, un linfoma de Hodgkin.

18 años despues, Helena Huertas es oncóloga, responsable de hospitalización de oncología del hospital Clínico San Carlos de Madrid, y desde el otro lado de la mesa, acompaña a familias que atraviesan lo que ella misma vivió.

"La vida me ha ido guiando por este camino hasta llegar a ser oncóloga, seguro que mi enfermedad ha influido", reconoce a Cristina López Schlichting en una entrevista en Fin de Semana COPE.

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Helena Huertas, oncóloga, en Fin de Semana COPE

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"El cáncer se cura"

Elena ha recordado que "el cáncer se cura" y que "hay tratamientos cada vez más desarrollados" y que "aunque todavía queda mucho por hacer, el cáncer ya no es esa sentencia de muerte que era antiguamente y eso es una esperanza tanto para los que lo tratamos como para los pacientes y sus familiares".

Aún recuerda los bultitos que dieron alarma sobre la enfermedad. "Todo el mundo tiene bultos en el cuello y son normales y no son signo de cáncer ni de nada peligroso y a veces no se les da importancia".

Ese fue su caso. "Yo los notaba, no dolían, eran blanditos, incluso le dije a mi madre 'mira qué 'curioso, toca lo que me ha salido'. En ningún momento me planteé que eso pudiera ser algo malo".

"Yo era joven pero a mi madre seguramente le saltaran las alarmas y por eso consultó inmediatamente al pediatra". No obstante reconoce que "en la mayoría de los casos, el propio médico no le da importancia o pide una revisión en unos meses". Ese fue su proceso, "estuve varios meses desde que me notaron los bultos hasta que realmente se estableció el diagnóstico".

La palabra cáncer

¿Cómo afronta a un adolescente de 14 años un cáncer? "Depende en grandísima medida de cómo te lo cuenten y a mí me lo contaron muy bien".

"La doctora López Ibor se sentó conmigo, y aunque estaban mis padres, me hablaba a mí en todo momento. Me contó con todo detalle en qué consistía la enfermedad, pero la palabra cáncer no la pronunció hasta el final de la consulta, cuando yo ya estaba relativamente tranquila con la enfermedad y sabía que mi doctora tenía todo bajo control".

Reconoce que cuando pronuncian de entrada la palabra cáncer, "no escuchas nada más y solo piensas que es terrible".

El año escolar en el que Helena compaginó las clases y la quimioterapia "fue menos duro de lo que podía haber sido". Su madre redactó una carta "preciosa en la que explicaba a mis compañeras de clase y profesoras, y que al final la acabó leyendo todo el colegio, la enfermedad que tenía y lo que podían esperar", detalles como "que me iba a quedar sin pelo, o que iba a estar faltando al cole".

La enfermedad, señala "podía dar lugar a muchas especulaciones y comentarios pero con esta misiva despejó todas las dudas" por lo que "la respuesta de mis compañeros y colegio, fue excelente".

Ahora Helena ha publicado una guía que se llama 'Lo que me hubiera gustado saber como paciente de cáncer' en la que aborda desde la diagnosis hasta los síntomas, pasando por las opciones de tratamiento o el impacto emocional del cáncer.

Cáncer, archivo

¿Cuándo buscar una segunda opinión?

Helena tiene claro que debe de pedirse "cuando el paciente quiera". Sin embargo, aunque "es útil", advierte que "no debe convertirse en una especie de mar en el que uno pide una segunda opinión y si no le convence, pide una tercera, una cuarta y no hace lo que tiene que hacer, que al final es entrar en el proceso de tratamiento".

¿Hay nutrición que cure el cáncer?

La doctora deja claro que "no existe una dieta que haya demostrado que pueda curar el cáncer, que pueda frenar la enfermedad ni nada similar, como muchas veces sí que nos intentan vender de alguna manera". Ahora,"llevar una nutrición saludable, adecuada, como la clásica dieta mediterránea, nos ayuda a estar más sanos y por tanto llevar mejor el cáncer, prevenirlo si no lo hay y también llevar mejor los efectos secundarios".

Sobre esas dietas con nombre propio que frenan el cáncer "a día de hoy no hay nada demostrado y obsesiona mucho a los pacientes", insiste.

El miedo, enemigo a batir

En su opinión al paciente se le debe dar desde el principio "una visión global de la enfermedad y del proceso", porque quizás la información sea el mejor antídoto contra el miedo que puede producir algo tan desconocido como el cáncer.

A su juicio, "todos los miedos se pueden despejar con una explicación porque si uno comprende dónde está, entiende lo que puede esperar y comprende que no se está solo". Los miedos "llegan a desaparecer, incluso miedos tan grandes como la propia muerte".

"Yo he vivido cómo personas con un miedo atroz a cualquier parte de la enfermedad, han dejado de tener miedo después de una o de muchas conversaciones de calidad".

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