El cardenal Omella recuerda la figura de Benedicto XVI: "Sabía llegar al corazón de la gente"

El presidente de la CEE viajará a Roma para participar en el funeral de Joseph Ratzinger y ha asegurado que no le extrañaría que en un futuro "fuera proclamado santo"

Redacción Religión

Publicado el - Actualizado

3 min lectura

El presidente de la Conferencia Episcopal Española, el cardenal Juan José Omella, ha sido entrevistado este martes en el programa 'Herrera en COPE'. El arzobispo de Barcelona viajará a Roma para participar en el funeral del Papa emérito Benedicto XVI que se celebrará este jueves a partir de las 9:30 en la Plaza San Pedro.

Recordando la figura de Joseph Ratzinger, Omella reconoce que a él siempre le asombró ver como “el cardenal Ratzinger, un alemán y un gran maestro en ciencias teológicas, llevaba a traducir todo eso en un lenguaje asequible para la gente. A mí me costaba mucho, siendo estudiante de teología, leer a los pensadores alemanes y Ratzinger parecía un hombre francés, un cartesiano que iba explicando todo muy simplemente. Y además, como era un hombre muy místico y un hombre de oración, sabía llegar al corazón de la gente, porque hablaba de lo que él había experimentaba en su oración personal”.

Era un hombre que entró en el Misterio de Dios amando a la liturgia”, ha afirmado Omella durante la entrevista.

Juan José Omella fue creado cardenal en 2017 y después de la ceremonia de imposición del capelo cardenalicio pudo saludar al Papa emérito en el Convento Mater Ecclesiae: “Los cinco que erábamos en aquel consistorio subimos con una furgoneta al convento. Yo le dije que era el arzobispo de Barcelona y le recordé el momento de la consagración de la Sagrada Familia y se emocionó y me miró con alegría. Se alegró saber que dábamos misa allí y que no se quedara solamente en un museo”.

¿Hay alguna forma de definir el pontificado de Benedicto XVI? Para Juan José Omella no es fácil resumirlo en una frase o una palabra: “Ahora poco a poco irá saliendo, como pasa siempre cuando uno se ha muerto, todo el jugo de lo que él ha vivido y enseñado, pero yo diría que en él se vivía el anuncio explícito de Jesucristo, como sucedía también con Pablo VI, pero Ratrinzger lo hacía a través de la explicación de la razón”.

Asimismo, Omella ha destacado la humildad de Joseph Ratzinger: “Siempre aparecía con esa delicadeza y esa humildad”. Y, tercer elemento, Omella ha subrayado su cercanía con la gente: “Decía que quería ser cura de pueblo, pero la verdad es que ya se veía que iba a ser un gran maestro y pensador, era un cura muy cercano desde el Misterio de Dios, que lo quería acercar a la gente y viviendo los sentimientos y las preocupaciones de la gente para llevarlas a Dios. Ha sabido llevar el Misterio de Dios a los hombres”.

La relación entre Francisco y Benedicto XVI, tan distintos en tantas cosas, ha sido, sin embargo, bastante próxima: “Yo creo que la relación de los dos ha sido muy estrecha y además de gran cariño y se complementaban muy bien. Los dos son grandes teólogos: Benedicto parte más de la reflexión para llegar a la vida, y Francisco parte más de la vida para llegar a la reflexión. Francisco, más abierto, más cercano y más imprevisible, y Benedicto, con esa timidez, con ese respeto, con esa delicadeza y esa cordialidad de saber respetar a la gente”.

¿Lleva camino hacia los altares Benedicto XVI y convertirse en nuevo santo de la Iglesia Católica? Para Juan José Omella, “solo Dios lo puede decir, pero yo creo que es de los grandes teólogos que ha tenido la Iglesia. No me extrañaría a mí que llegase a ser proclamado santo”.

Sobre una posible renuncia de Francisco una vez fallecido Benedicto, Omella cree que el Papa Francisco “con esa vitalidad que tiene, aunque la rodilla no le funcione muy bien, alargará mucho. Pero también conociéndole a él que es imprevisible, tampoco me extrañaría que Francisco renunciase, pero no le veo ahora en esa decisión”.

Temas relacionados