El Euro digital es una realidad: su entrada en vigor, cómo nos afectará y por qué no es como el Bitcoin

En 'Herrera en COPE' hemos hablado con el director de Innovación Financiera del Banco de España, José Manuel Marqués Sevillano

Redacción Herrera en COPE

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Se trata de un asunto interesante y que, desde hace tiempo, se lleva comentando cada vez más: la llegada del euro digital. Pero ojo, no hay que confundirlo con el Bitcoin o las criptomonedas. Pues las criptomonedas son un producto de inversión que está basado en una tecnología digital de bloque muy compleja y de enorme volatilidad. Por lo que este tipo de monedas están pensadas, más bien, para personas que saben invertir muy bien y que asumen grandes riesgos, o para aquellos países, que tienen un a moneda tan desastrosa, que les compensa poner una parte de sus ahorros en este tipo de moneda porque su moneda nacional es incluso peor.

En cambio, la moneda digital (el euro, en este caso) es, más bien, el euro que todos conocemos y, que en parte, ya es digital a ojos de la gente (porque ya no tocamos casi el dinero físico a la hora de pagar o cuando recibimos la nómina). De hecho, ahora se le quiere dar a este euro digital una vuelta más de tuerca, en la línea de hacer desaparecer, un poco más, el dinero físico. Y, la razón por la que se está hablando ahora más de este tema es porque la propia presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, ha confirmado que este proyecto ya está en marcha, haciendo este tipo de reflexiones: “El 43 por ciento de los encuestados calificó la privacidad como el aspecto más importante del Euro Digital, muy por delante de otras características. Queremos garantizar un alto nivel de calidad de privacidad para los usuarios del euro digital. Pero, el anonimato total, como ofrece el efectivo, no parece una opción viable en mi opinión. Sería contrario a otros objetivos de política pública, como garantizar el cumplimiento con las normas contra el blanqueo de capitales y la lucha contra la financiación del terrorismo”.

Como el dinero físico, dado su anonimato, todavía se utiliza para blanquear o para cometer crímenes. Lo bueno de la moneda digital, dicen, es que se lo pondría más difícil a los malos. Esto se debe a que la moneda digital, al igual que los pagos con tarjeta, deja huella, y se sabe quién ha pagado, a quién, dónde y cuándo. El problema es que, todo lo que se ha avanzado en la moneda digital, tal y como ha señalado la señora Lagarde, va en contra de la privacidad de la gente.

¿Qué es el Euro Digital?

El Director de Innovación Financiera del Banco de España, José Manuel Marqués Sevillano, explica que "el Euro Digital no se trata de crear una nueva moneda ni de crear un método de transacción que tenga un valor distinto. Es exactamente igual que los euros actuales, pero representados de modo digital". La diferencia es que el pasivo que está detrás en el Banco Central, mientras que en los pagos que hacemos con tarjeta o las transacciones realizadas por ordenador, el pasivo está en los bancos comerciales que mantienen dichas cuentas.

"Parte del sistema se mantiene porque garantizamos que se convierta uno a uno. Es decir, que cuando yo voy a un cajero y saco dinero en efectivo, lo que estoy haciendo es cambiar dinero de banca comercial por dinero en efectivo", agrega. Esa convertibilidad de poder cambiar dinero de banca central a dinero de banca comercial es lo que hace que estemos seguros en el sistema y que podamos tener confianza en el mismo. Lo que estamos haciendo es prepararse, "por si hay un escenario en el que se usa menos efectivo o en el que se usa mucho más los medios digitales o surgen nuevas formas de pago digitales, en las que pueda existir esa conversión de dinero de banca central". No se trata de desplazar o hacer que la gente use menos el efectivo, sino de estar preparados para que, en un escenario en el que el efectivo pueda usarse menos, surjan nuevos entornos o en el que se usen otros medios de pago, esa convertibilidad que forma parte de lo que garantiza la seguridad en el sistema, pueda seguir así.

Entrada en vigor

"Esto es una iniciativa que casi todos los Bancos Centrales, de casi todos los países, que están haciendo porque todos ven que hay un cambio en los medios de pago", explica José Manuel. "Cuando analizamos y vimos que puede haber escenarios donde puede darse esa situación, donde la gente utiliza cada vez más los medios digitales. Queremos garantizar esa convertibilidad y esa competencia", agrega. Esto se debe a que quieren garantizar que haya una alternativa (un medio de pago público) a los medios de pago privados. "Evitamos que haya una concentración de mercado en torno a los medios de pago privados, y siempre haya una garantía pública con unas características. Cuando vemos que esto está pasando, todos los Bancos Centrales se ponen a trabajar". Está previsto que este proyecto esté finalizado en octubre de 2023, y a partir de dicho punto será el Eurosistema el que decidirá si se sigue o no con el proyecto.

El Director de Innovación Financiera del Banco de España, explica que, si se diera el visto bueno al proyecto, "se iniciaría, en el caso de que se decida, una fase de producción y de testeo que podría durar en torno a 3 años". Para tener una referencia, China, que se encuentra ahora mismo en una fase de experimentación en modo real, ha estado con este proceso caso 7 años.

Características

"Una de las características que tenemos claro que debe tener el Euro Digital es que sea fácil de usar y accesible a todo el mundo. Y, por tanto, no discriminar entre países", aclara José Manuel. "Es una iniciativa a nivel europeo. No se pretende discriminar en unos sitios sí y en otros no. Y se quiere, además, que sea fácilmente accesible para todo el mundo", añade.