En 'Herrera en COPE'

"No hay que aplicar nuevas tecnologías a todo, hay asignaturas que piden tiza"

Lo dice, Joaquín Fartos, director del Instituto Nuñez de Arce de Valladolid que en 2012 se equiparó a Singapur en el Informe Pisa.

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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El Informe PISA ( Programme for International Student Assessment, en español, Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes) es un estudio llevado a cabo por la OCDE a nivel mundial que mide el rendimiento académico de los alumnos en matemáticas, ciencia y lectura. Su objetivo es proporcionar datos comparables que posibiliten a los países mejorar sus políticas de educación y sus resultados. Singapur es el país con mejores resultados ya sea en Ciencia, Matemáticas y Comprensión lectora. 

País que repite en la última evaluación realizada en 2015  y que contó con un duro competidor en 2012, un centro español, el Instituto Núñez de Arce de Valladolid cuyo director Joaquín Fartos destaca "los valores, el esfuerzo,  la constancia y el trabajo y la implicación de las familias" como parte del secreto de su centro para estar a un nivel educativo tan alto. "Nos vamos adaptando también a las nuevas tecnologías, pero somos conscientes también de que las nuevas tecnologías deben entrar de forma gradual en el aula. No vale utilizar la pizarra digital para todo, hay asignaturas como Historia del Arte que perfectamente, pero hay otras asignaturas que necesitan la tiza, trabajar el pensamiento crítico, las competencias, pero no necesariamente todo con tecnología".

¿A qué asignaturas dan peso específico? "A todas, pero naturalmente a las instrumentales, Lengua, Matemáticas, Ciencias, los idiomas, lógicamente. Hay optativas, la mayoría que se pueden ofertar por ley, tenemos bastante optatividad  y los alumnos van seleccionando y van quedando menos" explica el director del IES Núñez de Arce.

¿Qué hacen de forma extraordinaria, qué les hace diferentes? "Creo que hay varios motivos, uno fundamental es que las familias están implicadas, hay un mismo remar en la misma dirección entre las familias y el profesorado. Los alumnos tienen interés y las familias y el centro les motivamos y el resto fluye. Lo que no puede ser es no poder dar clases que ocurre en otros centros si te pasas media clase mandando callar o echando gente fuera, el lío ya está armado" asegura Joaquín Fartos que incluye la vocación del profesorado y su constante formación como parte también del éxito del centro, "es un centro donde el profesorado se jubila, es un profesorado bastante vocacional que disfruta incluso formándose, hay inquietud y eso también se  trasmite a los muchachos, es fundamental estar aprendiendo toda la vida, e intentamos predicar con el ejemplo".