El mensaje de Carlos Herrera al CNI: "Hay muchos que me están escuchando"
El presentador de 'Herrera en COPE' ha querido analizar la situación de la Inteligencia española tras lo ocurrido este miércoles en el Congreso
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Carlos Herrera ha comenzado el jueves analizando lo ocurrido el día anterior en el Congreso. Y es que el espectáculo que se vivió en la Carrera de San Jerónimo no ha dejado indiferente a nadie, con un Sánchez rendido a sus socios separatistas y una Margarita Robles abandonada por el presidente que le confió el cargó y señalada hasta por los otros miembros de la coalición de gobierno. Un espectáculo con el que Herrera ha querido lanzar un mensaje al CNI, el servicio de Inteligencia español.
Herrera le habla a los miembros del CNI
"Daría mis campos de algodón por pasar unas horas en el CNI ahora mismo", ha comenzado Herrera. El presentador de 'Herrera en COPE' ha asegurado que "Hay muchos miembros del CNI que a esta hora me están escuchando, me consta que la mayoría", ha indicado Herrera. "Y quisiera interpretar exactamente hasta dónde llega la marea de indignación que tiene que haber en un cuerpo, en el CNI, desacreditado por el propio presidente del gobierno", se ha preguntado Herrera.
Para el comunicador líder del prime time de la radio, el CNI únicamente fue "defendido por la ministra de Defensa. El último obstáculo es Margarita Robles y van a por ella", ha advertido Herrera, algo tras lo que ha lanzado una pertinente pregunta: "¿O creen ustedes que el titular de 'El País', hoy, no tiene nada que ver?", justo después, ha leído: "Atención al titular: «La dureza de Robles complica el apaciguamiento de Pedro Sánchez». Esa es una frase dictada literalmente por el Bolaños de turno. Patético", ha criticado Carlos Herrera a primera hora de este jueves y con las imágenes de lo ocurrido el día anterior en el Congreso de los Diputados.
Estupor en La Moncloa con Robles por engancharse contra los socios
Ricardo Rodríguez, jefe de Política de COPE, ha informado este mismo jueves de cómo en La Moncloa han perdido la sonrisa, abrumados por el alcance del distanciamiento con los socios. Con todo en contra, el Gobierno solo puede encomendarse a la capacidad negociadora para devolver las relaciones con ERC al punto previo a la divulgación del supuesto espionaje. Dado por sentada la necesidad de un sobre esfuerzo para llegar a darle la vuelta al deterioro de su asociación, el mandato interno es de perfil bajo en campo propio.
Y más aún, constatan en el Ejecutivo, cuando encadenan semanas sin levantar cabeza. Entre los síntomas que dibujan un escenario endiablado para la estabilidad gubernamental, el hecho de que Pedro Sánchez se ha visto obligado a posponer su viaje a Moldavia y Polonia que tenía previsto para este jueves y viernes. El mismo Presidente buscaba en la sesión de control en el Congreso sosegar a Gabriel Rufián con la promesa de transparencia para esclarecer los hechos. No regaló ni una comisión de investigación ni cabezas, como exigen los independentistas. Pero el tono presidencial aspiraba a destensar la espinosa polémica.
Era la consigna con el objetivo fijado por La Moncloa de pedir el respaldo al decreto anticrisis. Con poco éxito en el caso de Margarita Robles. Alto y claro, la titular de Defensa colocó a los secesionistas ante su propio espejo. “¿Qué tiene que hace un Estado cuando alguien vulnera la Constitución, cuando alguien declara la independencia, cuando alguien corta las vías públicas, realiza desórdenes públicos, cuando alguien está teniendo relaciones con dirigentes de un país (Rusia) que está invadiendo Ucrania?” La ministra admitía de facto el rol del CNI. Puestos a golpear, su entorno insinuaba que los Mossos pudieron adquirir el sistema Pegasus.
La exhibición de contundencia de Robles ha descolocado a compañeros del Gobierno con Félix Bolaños, el apagafuegos, centrado en atraerse entre bambalinas a ERC y demás costaleros y hasta ha llevado a diputados de UP a salirse indignados del Hemiciclo. Las palabras de la ministra se habían salido de los márgenes esperados, dejando entre el asombro, la confusión y el malestar a colaboradores del propio Presidente. En la órbita socialista no se alcanza a entender “por qué Margarita ha facilitado así la tarea victimista a los independentistas”.
Y la han convertido en prueba de cargo de la voluntad de Sánchez para reconstruir los puentes. De hecho, Pere Aragonés ha convertido el cese de Margarita Robles en una demanda más a Sánchez: “La ministra de Defensa debe asumir responsabilidades, y si no quiere, recuerdo que hay un presidente del Gobierno que le dio confianza y no está respondiendo”. El separatismo no ha desperdiciado ni un segundo en seguir agrandando el acoso a Robles disparando desde todos los flancos y aseverando que “la cuestión ya no es si dimitirá o no, sino cuándo lo hará”, una información de Ricardo Rodríguez en COPE.