En 'Herrera en COPE'

“Pasan los días con el submarino argentino desaparecido y solo nos queda la fe”

El comandante Jorge Bergallo es el padre de uno de los 44 tripulantes desaparecidos hace ya una semana en el Atlántico Sur

María Bandera

Publicado el - Actualizado

4 min lectura

Sigue la desesperada búsqueda en el Atlántico Sur del submarino argentino ARA San Juan, cuyo rastro se perdió hace seis días con 44 tripulantes a bordo. Tras varias jornadas de malas condiciones meteorológicas, el mejor tiempo que se prevé en la zona de búsqueda supone un halo de luz en un caso que mantiene en vilo a todo el país, en especial para los más cercanos a la tripulación, que aguardan noticias en la localidad costera de Mar del Plata, a la que, si todo hubiera ido bien, debería haber llegado ya el submarino tras completar su travesía. “A medida que pasan los días la racionalidad pierde espacio y nos va quedando la fe”, relata en 'Herrera en COPE' con voz cansada el comandante Jorge Bergallo, padre de Jorge Ignacio Bergallo, tripulante del submarino desaparecido, quien ha mostrado su reconocimiento no solo a los 44 marinos "encerrados en algún lugar del mar" sino también a los "miles que navegan y vuelan en condiciones climatológicas muy adversas para encontrarles”.

“A medida que pasan los días la racionalidad pierde espacio y solo nos queda la fe”

ESCUCHA LA ENTREVISTA COMPLETA | Jorge Bergallo en 'Herrera en COPE'

Precisamente España es uno de los países que se ha volcado con esta búsqueda. También lo han hecho Chile, Brasil, Estados Unidos, Reino Unido, Colombia, Uruguay y Perú que han enviado dotaciones para unirse al operativo que lucha cada hora por localizar la nave. “El enorme despliegue de medios nos da razón para pensar que los tienen que encontrar”, ha asegurado esperazanzado Jorge Bergallo, que también fue comandante del ARA San Juan.

"Hubo un fallo en alguna de las baterías que alimentan el motor"

Todos los tripulantes son profesionales de la Armada con gran experiencia, como la teniente Eliana Krawczyk, de 35 años y única mujer de la nave, así como la primera submarinista en obtener el cargo de oficial de la historia del país. “Su formación les hace saber que las cosas se van a solucionar por lo que hagan a bordo. Apoyarse entre ellos es la única forma de actuar encerrados en un caño y con poco espacio para moverse”, explica el experimentado comandante.

Bergallo ha advertido que lo “único cierto” que se sabe es que el sumergible "tuvo algún tipo de fallo en alguna de las baterías que tienen como función alimentar el motor. Tras este fallo salieron a superficie, lo repararon y volvieron a inmersión. Estoces transmitieron un mensaje de tranquilidad y comunicaron que iniciaban la navegación hacia Mar del Plata", ha relatado.

Desde entonces, aclara el familiar, “son versiones que generan angustia e inquitud a los familiares”. Una de ellas, explica desde su experiencia, es que se podría haber repetido el mismo fallo. Entonces, añade, una de las opciones es que el submarino estuviera en superficie arrastrado por el viento y que a consecuencia del temporal no sea detectable por ningún avión o buque de superficie, salvo que estuvieran cerca. Otra alternativa es que a lo mejor no salieran a superficie por el riesgo derivado del mal estado de mar”.

María Itatí es también familiar de uno de los tripulantes del ARA San Juan. Está casada desde hace dos años con el cabo primera Germán Suárez, de 29 años. La última vez que habló con su marido fue el pasado el 6 de noviembre, justo una semana antes de las últimas noticias del submarino. En 'Herrera en COPE' no ha podido confirmar más que se encuentran “a la espera de noticias”.

“El ARA nunca tuvo una avería o una emergencia de esta magnitud"

Asegura eso sí que el sumergible “nunca tuvo una avería o una emergencia de esta magnitud” y que los tripulantes "están preparados psicológicamente para situaciones de este tipo". 

ESCUCHA LA ENTREVISTA COMPLETA | María Itatí en 'Herrera en COPE'

Los familiares desde el momento de la desaparición del submarino han sufrido varios momentos que han subido y bajado su ánimo. El primero fue cuando se desmintió que una serie de llamadas satelitales registradas el pasado sábado procedieran del submarino.

También el hecho de que, a pesar de que entre el domingo y lunes estuviera programada la llegada del submarino a la Base Naval de Mar del Plata, esto finalmente no ocurriera.

Por último, la Armada confirmaba que un "ruido" detectado en la zona del Atlántico Sur donde se busca el submarino, que había despertado las esperanzas, era "biológico" y no corresponde al sumergible.

A esto hay que sumar que se divisara una balsa vacía y unas luces de bengalas blancas que también se determinó que nada tienen que ver con la nave.

A pesar de todo, lo que hasta ahora en general no han perdido los seres queridos de los tripulantes es la fe y la esperanza.

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