En 'Herrera en COPE'

"Puede haber un desprendimiento más grande en Sierra Leona en cualquier momento"

Los trabajos de rescate se cerraron el miércoles, descartando que haya supervivientes

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

2 min lectura

La situación en Sierra Leona es catastrófica. Las fuertes lluvias han provocado inundaciones y avalanchas de barro que se han llevado la vida de cientos de personas en la ciudad de Freetown. La cifra asciende a 500 muertos. Hay 600 desaparecidos. La ayuda es muy urgente.

Jorge Crisafulli es un misionero argentino salesiano que se encuentra en estos momentos prestando esa ayuda tan necesaria en Sierra Leona. Ha asegurado en 'Herrera en COPE' que se ha reunido con la 'ministra de tierras' y que los geólogos  "han descubierto dos fallas que podrían medir 36 km². Además ha llovido otra vez y puede haber un desprendimiento más grande en cualquier momento".

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"Están intentando convencer a las familias que no quieren abandonar sus casas", relata el salesiano. Afirma que "los trabajos de rescate se cerraron el miércoles, porque no piensan que quede gente con vida. La tarea era más bien la de recuperar cuerpos, pero han decidido dejarlos enterrados".

"Ha habido algunas contribuciones de países africanos, de china... Muchas de estas ayudas se perdieron por el camino en el pasado, pero esperemos que esta ayuda sí que llegue a las personas", pide el misionero. Una ayuda que es más que necesaria teniendo en cuenta que "hemos recibido 204 niños, algunas madres y algunos huérfanos. Otros están perdidos y nadie ha venido a reclamarlos".

Los niños enseguida se olvidan y empiezan a jugar

Jorge Crisafulli cuenta que "hemos cubierto sus necesidades de alimento y también las psicosociales. Los niños enseguida se olvidan y empiezan a jugar, pero los adultos están pensando ya preocupados en el futuro. Y por supuesto, también ayudamos en el trabajo espiritual que es muy importante".

Pero el problema no se queda en las inundaciones y en los movimientos de tierra, Jorge Crisafulli explica que ahora "el problema es la descomposición de los cuerpos enterrados. Hay miles de personas congestionadas en escuelas, al aire libre y hay pocos baños. Hay que controlar mucho la malaria, el cólera y el tifus, porque estamos en época de lluvias y  hay muchos mosquitos. Es el gran desafío".

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