Una doctora de Vigo cambia la vida de un marinero a miles de kilómetros de distancia: "Pensé que era el final"

Salvar la vida a distancia es posible gracias a un sistema de telemedicina a bordo, 'Herrera en COPE' habla con el marinero y la doctora que ayudó a salvarle la vida

Redacción Herrera en COPE

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Nos vamos hasta el océano índico. En este escenario, a 8.000 kilómetros de casa, se encontraba el pasado 7 de diciembre, Perfecto Freíra, un marinero de Nigrán, Pontevedra, que tiene 56 años. Desde los 18 su oficio ha sido faenar en alta mar, por lo que aquel 7 de diciembre era para él un día normal, como muchos otros que ha vivido.

Iba a bordo del atunero vasco 'Txori Argi', cuando de repente se empezó a encontrar mal. Comenzó a dolerle el pecho, a sudar mucho y a sufrir taquicardias. Le estaba dando un infarto y el punto en tierra más cercano estaba a 10 horas de travesía, era Puerto Victoria, la capital de Seychelles. Perfecto sufrió 4 o 5 infartos en alta mar y, sin embargo, pudo salvar su vida gracias a un maletín del tamaño de una maleta de cabina de avión.

Se trata de un aparato que los marineros pueden accionar en cualquier momento y que les conecta con un hospital. Se despliega una pantalla y desde muchos kilómetros de distancia los médicos pueden dar instrucciones sobre la medicación y sobre los modos de actuar con el paciente.

Cuando los compañeros de Perfecto vieron lo que le ocurría, no duraron en accionar ese maletín y, desde un hospital de Vigo, les fueron indicando las maniobras que realizarle. Además, esa maleta les permitía medir el electrocardiograma de Perfecto, por lo que pudieron actuar a tiempo. Los médicos iban recibiendo en tiempo real las constantes vitales. Podemos decir que ese barco se convirtió en una improvisada sala de urgencias.

Tras 7 horas en alta mar intentando mantenerlo con vida, pudieron trasladar a Perfecto a una lancha rápida con la que finalmente llegó a tierra. Lo llevaron a un hospital de Seychelles donde estuvo una semana ingresado y donde, afortunadamente, se repuso. Le dieron el alta, pero la odisea no acabó ahí. Él quería venir a España cuanto antes, pero los médicos le aconsejaron no volar por seguridad después de haber sufrido ese infarto.

Finalmente, pudo volar a finales de diciembre hasta España. Y ahora lo han tenido que intervenir quirúrgicamente, pero se está recuperando muy bien. El mismo Perfecto Freíra ha contado en 'Herrera en COPE' que se encuentra bien, "dentro de lo que cabe. Estoy recuperándome del infarto y estoy pendiente de pruebas", explica.

¿Qué recuerda del suceso?

Al preguntarle cómo recuerda aquel 7 de diciembre, Freíra dice que lo recuerda "como un día cualquiera. Además, acababa de llegar a bordo. Vas contento, sabes que tiene que echar 4 meses a bordo del barco y nunca pensé iba a pasar lo que me pasó". El propio Perfecto reconoce que tiene problemas de hipertensión y colesterol, pero que nunca se imaginó que iba a tener un infarto, dado que no tiene sobrepeso y físicamente se encuentra bien para la edad que tiene.

"En aquel momento pensé que era un mareo, porque ya me había pasado en situaciones parecidas. Porque vienes de España y llegas ahí, con la humedad y el calor que hace, y notas como unas cosas raras. Pensé que era un mareo y me senté. Pero, cuando vi que me empezó a arder el pecho y a sentir que tenía como muchísima presión, me di cuenta de que había algo raro", añade.

Si además, le sumamos la angustia de saber que está a kilómetros de la costa y del hospital más cercano, el estrés es mayor. "Me duele decirlo, pero yo pensé ya era el final. Me empezaron a pasar por la cabeza imágenes de mis hijos, de mis nietos. Cosas que te pasan cuando están en una situación como esa", comenta Perfecto.

Salvado gracias a las indicaciones del médico

La doctora Idoya San Luis fue la primera persona que vio desde el hospital lo que estaba pasando a través de la pantalla del maletín que había en el atunero. "A través de la videollamada del maletín estuvimos 8 horas comunicados", cuenta Idoya en 'Herrera en COPE'. "Fue un momento de mucha tensión. El momento del dolor, que es un típico dolor coronario, haces el electro, lo registras y ves la imagen clara, compatible con un infarto, le preguntas a cuanta distancia está de tierra y la respuesta es 8 horas, el momento es de máxima tensión", agrega. "Lo tuvimos monitorizado esas 8 horas, haciéndole registros de tensión arterial cada 5 minutos, evaluación del dolor y con toda la medicación que se le puede dar. Porque le tuvimos que poner de todo", explica la doctora.

Se trata de un sistema pionero en los barcos civiles en telemedicina a bordo, aunque en la armada este sistema lleva 25 años implantado. Se realiza una formación a los tripulantes para que, en caso de una emergencia, sepan el procedimiento y el manejo del aparato para que puedan hacer un uso adecuado del maletín. Aparte, se complementa llenando los botiquines de los barcos con la medicación que los médicos consideran que pueden necesitar para los casos más complicados y, en el hospital, tienen una lista de los medicamentos que lleva cada barco.