Una enferma con síndrome de Tourette se reencuentra con un chico que la acosaba de niña y esta es su reacción: "Eché para delante"
Alicia González charla con Alberto Herrera y le cuenta el modo en el que afronta el trastorno neurológico que padece
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El Tourette es un trastorno neurológico que te provoca tics nerviosos e involuntarios. Pueden ser espasmos físicos o vocales. Alicia González Mayoral tiene 24 años y fue diagnosticada con cinco. Charlamos con ella en 'Herrera en COPE'. Hoy es profesora de natación y estudia Administración y Finanzas.
Con tres añitos, ya empezó a sufrir tics nerviosos. Relata que se lo diagnosticaron dos años después y que "el Tourette tiene unos problemas asociados como la depresión, trastornos obsesivos e incluso el Trastorno del Espectro Autista". ¿Es genético? Responde que, por regla general, sí. En su caso no tiene ninguna explicación. Por eso, cree que faltan muchos estudios. "En mi época, me decían que Tourette eran tics nerviosos y se ha demostrado que puedo tener problemas asociados", relata.
Hay dos tipos de tic. El tic motor. Y el tic vocal. Alicia asegura que "todo el mundo que tiene Tourette tiene que tener tics vocales y motores. Los tics vocales puede ser cualquier sonido que hagas por la boca. Este trastorno es muy creativo. Después están los tics motores, es decir, cualquier tipo de movimiento que puedas tener con el cuerpo".
Ambos tics pueden provocar daños físicos. Lo ejemplifica con varios casos. Entre ellos, se rompió una muela con un tic motor. "Abría la boca muy fuerte. El dentista se quedó flipando. A día de hoy, me han sacado la muela".
La gente que tiene Tourette tiene "más posibilidades de quedarse con manías y que eso se transforme en tics. Y los tics es cierto que van cambiando".
"EN EL TOURETTE, CUANTO MÁS RELAJADO Y RUTINAS TENGAS, MEJOR"
Alicia tenía hasta el tic de ir escupiéndose en la mano. Al final, "de tanto escupir. Me acuerdo de algo: me dolía un montón la piel". Ella, por otro lado, asegura que los tics no se pueden controlar. Se pueden gestionar. Con la edad, "cada uno tiene sus librillos. Yo intento tener el cerebro tranquilo y dejando que mi cuerpo pueda gestionar las emociones. Con la experiencia, he ido cogiendo ideas. En el Tourette, cuanto más relajado y rutinas tengas, mejor".
Esta joven fumaba desde los 17 años, y "su madre encontró un estudio que decía que un 50% de personas les había ayudado a reducir un montón los tics nerviosos. Cada vez va perdiendo más el efecto y cuando dejé de fumar... porque prefería gestionarlos de manera muchos más saludables, esos 3-4 primeros meses fueron horribles".
Una de las cosas más complicadas con alguien con Tourette es el hecho de ir a la cama "porque, cuando vas creciendo, el Tourette va disminuyendo poco a poco. Porque cuando eres un niño, las emociones están a flor de piel. Es algo que no se sabe por qué pasa a ciencia cierta".
Entonces, "asocias el dormir a algo malo. Porque tienes tics y estás cansado. Desde pequeño y hasta adulto se te hace una especie de trauma el irte a dormir porque sabes los problemas que tienes desde la infancia".
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Ella, por otra parte, asegura que ha naturalizado su trastorno. Y luego, si de repente va a hacer algún tic, sabe que hay gente que se sorprende. Pero lo gestiona bien.
De niña sufría bullying. Es algo que ha denunciado a través de redes sociales.
Se encontró con una persona que la acosó. Después de mucho tiempo. Al principio, ese contacto fue extraño. "Antes de hacerle la entrevista, yo me fui a tomar unas cañas con él. El chico estaba temblando. A la vez, sabía que estaba haciendo algo nuevo y constructivo. Eso jugaba a mi favor. No tenía rencor ni odio. Jugaba un poco la paz que yo tenía conmigo misma y también esos nervios. Yo me sentía extraña porque no sabía cómo iba a salir. Pero eché para delante", relata en los micrófonos de 'Herrera en COPE'.
No te pierdas el resto de la entrevista en el audio adjunto.