Una lotera de Paiporta revela la surrealista petición que le hace la gente al ir a comprar tras la DANA: "Les gusta"

En 'Herrera en COPE', desde la zona 0 de la DANA, descubrimos testimonios como el de Cristina, lotera, y Paco, dueño de una churrería

Paola AlbaladejoRedacción Herrera en COPE

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Alberto Herrera, desde Paiporta (zona cero de la DANA), relata que se encuentra frente a una Administración de Lotería. Es una calle estrecha y todavía impregnada de polvo tras la riada. En la fachada, Alberto ve tres azulejos grandes arrancados y el cartel de Lotería y Apuestas del Estado con bastante barro.

La administración se llama 'La Millonaria'. Es la única que está abierta en Paiporta. Acude gente de toda España a comprar décimos con el número 29, que es el número de la tragedia. 

Hablamos con Cristina, dueña de esta administración. Le cuenta a Alberto Herrera que perdió algunos décimos. Los tenía en cajas fuertes. El agua y el barro también llegó ahí. Lo que ocurre también es que "teníamos lotería colgada en el cristal y esa no dio tiempo a guardarla. Llegó el agua de repente y tuvimos que salir corriendo".

Además, nos ha relatado que la gente le hace una petición muy particular. Piden décimos con barro. "Les gusta. Lo quieren guardar como algo histórico y les gusta". ¿Y cuándo deja de ser válido un décimo? Indica Cristina que "es el tema de que el código de barras esté dañado. Si el código de barras está perfecto, aunque lleve un kilo de barro, vale".

En 1989, ya dieron el Gordo en 'La Millonaria'. Eran 25 millones de pesetas al décimo. De los 80 billetes que componían la serie, vendieron 76. Cristina se acuerda perfectamente. Ese día, ella cumplía 18 años. Le pilló en Hacienda, llevando la devolución de la Lotería.

Paco Arenere es dueño del bar-churrería 'Paquito' y precisamente fue premiado con el Gordo del año 1989. Paco le ha dicho a Alberto Herrera que tenía 14 años. Pero lo recuerda perfectamente. Le tocó a sus padres. Llevaban las papeletas de un colegio. 

      
             
      

Además, relata que con 9 años iba a Madrid a operarse. Iba y venía. Estaban meses allí. Y así estuvieron hasta que llegó a los 22 años de edad. Con el dinero del Gordo, le compraron una cámara de vídeo. Él estudiaba imagen y sonido. Y le venía genial, claro. Luego su padre dijo que utilizaría ese dinero para los viajes de transporte a Madrid.

"NO ABRIR ERA DEJAR A LOS CLIENTES TIRADOS; HEMOS EMPEZADO DE CERO"

Paco vende unos churros muy ricos. Era la churrería de sus padres. Más allá de eso, Alberto ha podido ver el almacén. Tienen una parte que no está abierta todavía tras el paso de la DANA. El barro cuesta mucho quitar y eso, claro, les desespera. "Por mucho que pases el trapo, vuelve a salir. Esto no se acaba", relata Paco en 'Herrera en COPE'.

Paiporta

A Cristina, en su Administración, también le está costando mucho la vuelta a la normalidad. "Hemos desinfectado, pero me pasa como a Paco, cada día hay que quitar el barro y todo. Hay comercios que no van a abrir en esta calle. Más del 60% no va a abrir. Solamente estamos nosotros, una zapatería y poco más".

      
             
      

Volviendo a Paco y su churrería, dice que económicamente no van mal. Va gente de otros municipios próximos y, "la verdad, que muy bien. En Fallas también tenemos mucha faena. No nos podemos quejar".

Por último, Cristina nos decía que "no abrir era dejarlos tirados. Hemos luchado por la vuelta a marchas forzadas. No nos ha quedado nada. Hemos empezado de cero".