‘Crónicas perplejas’: “Cada amor tiene su tiempo”
Habla Antonio Agredano de las parejas con 'alguna' diferencia de edad
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En esta sección de ‘Herrera en COPE’, Antonio Agredano mezcla lo “cotidiano y exótico” con una particular visión de las cosas de la vida capaz de equiparar con lo más sorprendente en sus ‘Crónicas Perplejas’.
Me interesa este último tema que aborda Diego, este de las parejas de tiempos diferentes. Yo creo que el amor no tiene edad, pero los cuerpos… ay los cuerpos. Cómo se estropean los cuerpos. Esos suspiritos al levantarte del sofá. Esas máquinas antironquidos en la mesita de noche. Ese dolor de rodillas cuando llueve. Esas panzas que rizan la gomilla de los calzoncillos. Ni Calvin Klein ni Calvin Klain. Y luego lo de ir al Decathlon para aliviar las culpas. Salir a andar. Decir que andar es un deporte. Esto es irrefrenable. La decadencia, los años. Uno puede tener la ilusión de tener una pareja más joven, que es una ilusión legítima, y otra cosa es estar a la altura de tal acontecimiento.
Cuando salgo de marcha con mis amigos, algunos solteros o divorciados ya, cuarentones todos, y los veo bailotear en torno a la juventud… a esas muchachas con sus vestidos entallados, su tatuaje de infinito en la espalda, con toda una vida por delante… siento compasión por ellos, por mis amigos, con sus camisas de canallitas, intentando reverdecer viejos laureles… bailando Despechá… canturreando la letra como si supieran lo que dice Rosalía. Son como esos buitres leonados que filmaba Félix Rodríguez de la Fuente. Les falta la música del Hombre y la Tierra de fondo. No es pena, no me dan pena, me dan miedo. Porque no son conscientes de lo viejos que están y de lo joven que es el mundo.