El homenaje de Antonio Agredano a Lola Flores en sus 'Crónicas Perplejas'
Se cumple el centenario del nacimiento de Lola Flores
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El talento se tiene o no se tiene. El trabajo se elige o no se elige. Lo primero, sin lo segundo, es puro desperdicio. Lo segundo, sin lo primero, es dignidad y supervivencia. Lola Flores tuvo mucho talento, pero se lo curró a diario. Una jabata que supo lo que tenía dentro y cómo venderlo hacia fuera. Los mitos se forjan con el taconeo sobre las tablas, pero también con un golpe seco en una mesa de despacho. Lola no se achantó nunca. Dio todo lo que tuvo y pidió todo lo que se merecía. Y fue libre. Obscenamente libre.