'Crónicas perplejas': “Las canciones siempre nos sujetan la mano y alimentan la memoria”
Habla Antonio Agredano de las canciones y las reacciones que provocan en nosotros
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En esta sección de ‘Herrera en COPE’, Antonio Agredano mezcla lo “cotidiano y exótico” con una particular visión de las cosas de la vida capaz de equiparar con lo más sorprendente en sus "Crónicas perplejas".
Siempre han estado ahí. Viejas amigas ruidosas en la madrugada. O a nuestro lado en el coche. O consolándonos tras la ruptura. O endulzando aún más nuestros mejores días. Esquivas o insistentes.
Pero siempre han estado ahí. A nuestro lado. Cada día. Apareciendo por sorpresa o tras una cariñosa llamada. Tranquilas, agitadas, rápidas o lentas. Serenas o etílicas. Siempre. Siempre han estado ahí, esas fieles compañeras de aventura.
De algunas nos cansamos, otras nos acompañan desde niños. Hay algunas que conocimos hace tres días. Otras son legado de nuestros padres. Algunas nos recuerdan tiempos mejores. Otras nos traen a la memoria días que sería mejor olvidar. Amores marchitos y tardes grises.
Pero siempre han estado ahí. A nuestro lado. Esa pandilla alborotada. Cada una con su personalidad. La que susurra, la que nos grita, la distorsionada, la cristalina. Siempre ahí, cerca, en el pecho. Esas viejas amigas.
Esas viejas amigas que son las canciones. Convirtiendo nuestro corazón en un vinilo que nunca deja de girar. Las canciones. Compañeras inseparables que serán hasta el último día. Ellas no nos traicionarán. Ellas siempre se quedarán a nuestro lado. Sujetándonos la mano, alimentando la memoria. Recordándonos que la vida, es verdad, es sólo una; pero que puestos a vivirla, mejor llenarla de emoción, de intensidad, de pasión y de música
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