'Crónicas perplejas': “No hay mayor monstruo que el propio miedo”

Habla Antonio Agredano del miedo y de los miedos que tenemos

Antonio Agredano

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En esta sección de ‘Herrera en COPE’, Antonio Agredano mezcla lo “cotidiano y exótico” con una particular visión de las cosas de la vida capaz de equiparar con lo más sorprendente en sus "Crónicas perplejas".

Siempre fui un niño miedoso. Veía brujas a los pies de mi cama. Vampiros en la ventana. Criaturas terroríficas en el armario. Me tapaba con la sábana y apretaba los párpados hasta que el sueño me vencía.

Ya de adulto los monstruos son otros. Más mundanos, menos peliculeros. Un diagnóstico, un adiós, un desamor, un trabajo perdido. Aunque continúan idénticas, eso sí, las noches en blanco. O ese temblor ante lo inesperado.

Pero, si algo he aprendido durante todos estos años, y me lo recuerdo cada día, es que no hay mayor monstruo que el propio miedo. Ese que nos paraliza y roba nuestros sueños, ese que nos hace diminutos ante la adversidad y frágiles ante los retos. Ese que nos obliga a conformarnos. A dejar de luchar. A abandonar toda esperanza.

Ante él sí que hay que ser valientes. Ante él tenemos que enseñar también nuestros colmillos. Yo me niego. Yo me rebelo. No voy a vivir con miedo. No tengo ya edad para asustarme por la vida. No voy a dejar que nadie me calle, o me mande a casa, o me diga lo que puedo o no puedo hacer. Seré duro ante la adversidad, seré generoso ante la fortuna, pero jamás temeré a la existencia ni a sus días.

Las brujas no existen, las pérdidas son inevitables, pero al miedo sí podemos enfrentarnos. Encender la luz. Espantarlo de nuestra habitación. Porque con miedo dejamos de ser nosotros. Porque la vida es un tesoro al que nos debemos lanzar sin desconfianza, sin freno y sin cobardía.

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