'Crónicas perplejas': "No somos lo que tenemos, somos lo que dejamos atrás"
Habla Antono Agredano de aquellas cosas de las que nos deshacemos o vendemos y forman parte de nuestros recuerdos
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En esta sección de ‘Herrera en COPE’, Antonio Agredano mezcla lo “cotidiano y exótico” con una particular visión de las cosas de la vida capaz de equiparar con lo más sorprendente en sus "Crónicas perplejas".
Recuerdo cuando subimos a Wallapop el parque de mis hijos. Luego los carritos, la cuna, la bañera de plástico... Iban llegando familias a casa y se llevaban, por un módico precio, una parte de mi felicidad. De la infancia de mis niños. Sus primeros pasos. Sus primeros paseos. Sus risas en el agua.
A veces pienso en los bajos eléctricos que vendí. En los amplificadores de los que me deshice porque no me cabían en los pisos mudanza tras mudanza. Vendí mi colección de camisetas de fútbol, vendí muchos libros casi al peso, vendí vinilos, vendí mi bicicleta y vendí mi Ford Fiesta azul marino.
La vida no se detiene. Hay una parte del pasado que ahí se queda, cogiendo polvo, mal envuelta en un altillo. He aprendido a no cogerle cariño a las cosas materiales. He aprendido a vivir del recuerdo.
No me arrepiento de nada de lo que vendí. La felicidad no se vende. La memoria no tiene espacio en Wallapop. Lo que soy no depende de lo que tengo.
Escribió Antonio Machado: "Y cuando llegue el día del último viaje, y esté al partir la nave que nunca ha de tornar, me encontraréis a bordo ligero de equipaje, casi desnudo, como los hijos la mar".
Así me pienso. No somos lo que tenemos, somos lo que dejamos atrás.