Una historiadora desvela la oculta relación del Camino de Santiago y el juego de la oca: "Dinero de los peregrinos"
Ana Velasco señala a Alberto Herrera cómo en este popular juego de mesa hay una referencia a la ruta jacobea como un remedo de la historia de los templarios
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La historiadora Ana Velasco ha revelado una fascinante conexión entre el conocido juego de mesa de la Oca y el Camino de Santiago, un vínculo que parece haber permanecido oculto durante siglos. Durante su intervención en Herrera en COPE, Velasco explicó cómo este popular juego podría estar inspirado en los templarios y sus vínculos con los peregrinos medievales, quienes recorrían la ruta jacobea. Un análisis que nos invita a redescubrir la historia del dinero y el poder que circulaban entre los peregrinos en su travesía hacia Santiago de Compostela.
En una charla con Alberto Herrera, Ana Velasco desveló detalles sorprendentes que conectan a los templarios, los peregrinos y el juego de la Oca, un juego tradicional que se juega con un tablero lleno de casillas. Pero, más allá de las reglas simples del juego, Velasco sostuvo que las casillas del mismo pueden interpretarse como un reflejo de la historia de los templarios, quienes no solo desempeñaron un papel crucial en las Cruzadas, sino que fueron los depositarios de grandes sumas de dinero provenientes de peregrinos que iban a Tierra Santa o, como explica la historiadora, a Santiago de Compostela.
"Los templarios se creen que el juego de la Oca es un remedo de la historia de los templarios y cómo eran los depositarios de casi todas las sumas de dinero para los viajeros cuando iban de peregrinación, bien a Jerusalén, bien hacia Santiago de Compostela", explicó Velasco. Según ella, en el juego, las casillas representarían los bancos templarios, donde los peregrinos dejaban su dinero antes de comenzar su viaje o al final de su peregrinación.
Rambouillet, Museo del Juego de la Oca
Para entender esta conexión, primero es necesario remontarse a la historia de los templarios. Fundada en 1119, la Orden del Temple no solo fue una de las principales fuerzas militares en las Cruzadas, sino que se convirtió en un poderoso actor económico en Europa. Como explica Velasco, "los templarios fueron los banqueros más importantes de la Edad Media, gestionaban grandes sumas de dinero y realizaban actividades financieras avanzadas para la época".
Los banqueros de la Edad Media
El Temple no solo poseía vastas tierras, sino que desarrolló un sistema bancario basado en el intercambio seguro de dinero a través de letras de cambio. Estas letras de cambio permitían a los peregrinos dejar dinero en un templo en un punto de Europa y retirarlo en otro, lo que les evitaba transportar grandes cantidades de efectivo a lo largo de rutas peligrosas. Esta innovación facilitó enormemente los viajes, y es posible que el juego de la Oca haga alusión a la función de estos templos como "bancos" de los peregrinos.
El Camino de Santiago, uno de los destinos más importantes para los peregrinos medievales, era también un lugar donde el dinero desempeñaba un papel central. La ruta jacobea, como otras rutas de peregrinación, estaba plagada de desafíos. Los peregrinos no solo se enfrentaban a condiciones extremas de clima y terreno, sino también a la inseguridad y a los peligros de ser robados. Es aquí donde los templarios tuvieron una relevancia crucial: se encargaban de custodiar el dinero de los peregrinos, ofreciendo un sistema de depósitos y créditos para asegurar que pudieran continuar su viaje sin temor a perder sus fondos.
En este contexto, es posible que el juego de la Oca, con su simbolismo de avanzar o retroceder según las casillas, sea una representación metafórica de los vaivenes que los peregrinos experimentaban en su recorrido, siempre bajo la tutela de los templarios.
Niños jugando al juego de la oca
El juego de la Oca, que se juega en un tablero con casillas numeradas y en el que los jugadores deben avanzar hasta llegar al final, refleja una estructura que bien podría ser vista como un símbolo de las diferentes etapas del viaje. Las casillas "mágicas" o de "avance rápido", como las de la oca, podrían interpretarse como representaciones de las estaciones de descanso o de los puntos de seguridad en los que los templarios custodiaban el dinero de los peregrinos. Así, las piezas del juego, que a menudo avanzan sin control, pueden aludir al destino incierto que los peregrinos enfrentaban en su travesía.
El juego de la Oca
Ana Velasco destaca en su conversación con Alberto Herrera cómo, al igual que en el juego, los peregrinos dependían de la generosidad o de las decisiones de los templarios para completar su viaje sin contratiempos. Esta relación, dice Velasco, ilustra cómo el dinero no solo era un medio para asegurar la supervivencia durante la peregrinación, sino también una herramienta para consolidar el poder económico de la Orden del Temple.
Lo que parecía ser un simple juego de mesa tiene, según la historiadora, una profunda carga histórica relacionada con los templarios y su influencia en el mundo medieval. El dinero de los peregrinos, su custodia y su manejo por parte de la Orden del Temple podrían estar representados en las casillas del juego de la Oca. De esta manera, el azar y el destino, elementos fundamentales del juego, simbolizarían los imprevistos que los peregrinos debían afrontar, tanto en su trayecto como en su relación con las instituciones que protegían sus bienes.