González: “Torra y Colau, empeñados en demostrar que el cargo les viene muy holgado”

Día muy aprovechable para el paseo, con asuntos de mucho interés para los medios, que podrían aprovechar los contertulios para lucir su verbo y su capacidad de análisis. Solo un apunte a propósito de la noche de los Oscar. Quiero felicitarte por tu coraje moral al decir que Roma te había parecido un truño. Yo me predispuse a verla pero no aguanté más de veinte o 25 minutos.

Por otra parte, se inauguraba ayer el Mobile World Congress con una cena de gala presidida por el Rey. Notable happening de Torra y Colau empeñados en demostrar que el cargo les viene muy holgado a los dos. Se negaron a saludarle a la entrada, delante de las cámaras, aunque sí lo hicieron en la parte privada del festejo, ya sin fotos.

No parece serio. Este asunto apunta a que el Mobile siga el camino que han emprendido a lo largo de los últimos años tantas grandes empresas catalanas, aunque desgraciadamente no se parará en Madrid y seguirá hasta Lisboa. A los regüeldos de Torra en el interior habría que sumarle los esfuerzos de sus parientes, los cdr en el exterior, quemando fotos de Felipe VI. Algo habría que decir también de la tecnología que nos trae, com o el 5G, redes superrápidas que son capaces descargarse el material cinco veces más rápido. Y luego otra novdad impresionante, las pantallas que se doblan..

Las pantallas se despliegan y luego se repliegan sin perder ninguna cualidad. La moral de Sánchez, en fin, ¿qué quieres que te diga? Comentábamos antes los esfuerzos de este adán para apropiarse del legado moral del exilio español. Sería mucho más interesante este indocumentado hubiese leído a Azaña y a Machado. Y haberlos leído, especialmente a Azaña, por su orden, no empeñarse en su discurso del 32 en defensa del estatuto catalán en su debate con Ortega y Gasset, en el que la razón la llevaba Ortega. No es tarde para que Iván le copie el discurso de Barcelona del 38, el de Paz, Piedad y Perdón y ya si quiere convertirlo en un intelectual que le haga leer ‘La velada en Benicarló’.

Tampoco ha leído a Antonio Machado, aunque menos es nada, ya que no sabe donde nació don Antonio (él creía que era soriano y así lo escribió en Twitter) Soria, cuna de Machado, acierte por lo menos con el lugar de su tumba. La izquierda española siempre ha tenido oculta una pulsión de muerte y se le dan mejor las tumbas que las cunas. También está bien, todo hay que decirlo, que las coronas que puso tuvieran los colores de la bandera española. Llega 40 años tarde. Don Juan Carlos había arreglado cuentas con la viuda de Azaña. Cualquier español que no seaSánchez sabe donde nació Machado. Aunque solo haya leído una antología, le sonará el poema Recuerdos de ‘Campos de Castilla’. Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla/ y un huerto claro donde madura el limonero;/ mi juventud, veinte años en tierras de Castilla;/ mi historia, algunos casos de recordar no quiero.

Es lo que hay. Luego está el dudoso viaje de Inés Arrimadas a Waterloo. Es importante distinguir la función institucional que a ella le compete, de las brillantes ocurrencias de Albert Boadella. Su viaje a la casa de Puigdemont era pertinente: un bufón frente a su igual.