Santi González: “El PP acepta el nombramiento de quien armó la moción de censura contra Rajoy”

El nombramiento del presidente del CGPJ y el polémico reparto de sus miembros entre PP y PSOE, centran el análisis del tertuliano

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El comentario de Santi González del martes 13 de noviembre de 2018

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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El acuerdo al que llegaron los dos peores ministros de Justicia que se recuerdan en la democracia española es un hecho extraordinario que tiene varias perspectivas para examinarlo. Lo más parecido a un pacto de Estado que se les ha ocurrido a los dos mayores partidos y al apéndice del segundo era esto.

Lo más destacado es que el PP se suma a la política que el PSOE acuñó en la Ley del Poder Judicial de enero de 1985. Los socialistas también han enseñado a los populares a tratar la política como el cocido maragato: empezar por la proteína y dejar para el final la sopa. Es muy notable que pactaran el nombre del presidente y aplazaran la elección de los vocales, que son quienes deben elegir al presidente.

Otro aspecto notable es que este acuerdo se produzca después de que Pedro Sánchez rompiera con Casado desde la tribuna del Congreso.

Es verdad, pero como diría Carmen Calvo, esa fenómena a la que de niña la encerraban los monjas en un torreón por no querer hacer vainica, quienes han negociado no han sido Sánchez y Casado, sino Delgado y Catalá, a ver si nos fijamos en los detalles.

El PP ha permitido una mayoría de eso que con incomprensible facundia llaman los medios ‘el sector progresista’ a cambio de nombrar al presidente. Marchena es una gran elección, si no fuera porque deja desguarnecido el frente más importante que tiene la democracia española: el juicio a los golpistas del 1 de octubre.

Hay finalmente otro asunto que también está en este: El PP acepta el nombramiento del tío que armó en una sentencia fraudulenta la moción de censura del doctor Sánchez contra Rajoy, devolución de favores. Esta es la razón por la que los socialistas le van comiendo la merienda al PP. ¿Y cómo quieren que le encomendemos la defensa de nuestra dignidad si no saben defender la suya?