Santi González: "Hay que admirar en Sánchez un virtuosismo en la gestión de su caos personal y político"
Analiza el tertuliano los últimos acontecimientos en el Gobierno y sus consecuencias
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Analiza Santi González en 'Herrera en COPE' los tejemanejes de los minirtros del Gobierno y del presidente. No hay día sin novedad en los peores vicios del Gobierno Sánchez. Están las ocurrencias del doctor Plagius, más pato patagónico que nunca, con su pisada y su cagada y el reparto de sus ministros entre los que constituyeron su sociedad instrumental para ahorrarse impuestos y los que siguen el estilo del patrón de rectificar los anuncios de la víspera.
Todavía estaba fresco lo de la secretaria de Estado para el Deporte, María José Rienda, cuando sale la sociedad que utilizó la ministra de Economía, Nadia Calviño, admirable votante prematura, con dos testaferros para comprarse el chalé. Se le ha reprochado al presidente Fraude su anuncio en 2015 de que echaría en 24 horas a quien así procediera. Pero como diría la vicepresidenta del Gobierno, nuestra intelectual alternativa, Carmen Calvo, él no era presidente del Gobierno y dijo que los echaría “de la Ejecutiva, no del Gobierno”. Que hay mucho listo aquí.
El capítulo de rectificaciones tiene hoy la de Magdalena Valerio, que desmiente el acuerdo con los autónomos anunciado ayer. También ayer se había dicho que el doctor Sánchez no presentaría presupuestos si no podía aprobarlos, para ahorrarse el trago y hoy se han desmentido radicalmente.
Hay que empezar a admirar en el presidente del Gobierno un notable virtuosismo en la gestión de su caos personal y político. Después de su anuncio de acabar con la fabricación de coches de combustión, todos los que no sean eléctricos, y del lío que esta intención ha provocado ya en el sector del automóvil, hoy sabemos que piensa cerrar las siete centrales nucleares al fin de su vida útil, es decir, entre 2023 y 2028. Se pregunta Juan Abreu que de dónde saldrá la energía para alimentar todos esos coches. No pierdan la esperanza. Muy probablemente de la que se puede recuperar de la incineración de los obesos mórbidos de Valencia. Y quizá de la flatulencia de las vacas. Sánchez creará su propio gasógeno, ya verán.