Del Val sobre el pacto con Bildu: "Engáñense el que quiera, pero por falta de advertencias no será"
Advertencias como cuando una diputada independentista dijo que no le importaba España, o ahora la de Arkaitz Rodríguez "que informó ayer a lo que vienen: a derribarlo todo"
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Luis del Val pone el foco de la imagen del día en "Herrera en COPE" sobre los partidos vascos:
Ayer, en el Congreso de los Diputados, la victoria del Frente Popular del siglo XXI fue tan aplastante que hasta el PNV comenzó a sentir miedo, y le asaltaron las mismas dudas que tuvo en 1936, sobre qué bando iba a elegir, y si ése sería el adecuado. Porque el PNV fue clave en la moción de censura contra Rajoy, y le permitió tener más influencia que nunca con Madrid, pero está en minoría en el Frente Popular del siglo XXI, donde miran al PNV como a unos capitalistas, hijos de las familias de Neguri y de la burguesía donostiarra, que nada tienen que aportar al proyecto totalitario, sección marxista, que no se cansan de anunciar.
Y me pareció arriesgada e inteligente la difícil posición de Inés Arrimadas, porque puso en claro que puede que estemos equivocados, y que observemos al PSOE, pensando que es el PSOE de Felipe González, de Javier Solana, de José Borrell, de Tierno Galván, de Nicolás Redondo o de Carlos Solchaga, pero unos han muerto y otros están retirados, y ese PSOE no existe, porque ha dado paso al SanchiPSOE, que es otro partido, que no sólo no renuncia al marxismo-leninismo, sino que lo sienta en la vicepresidencia del Gobierno, y acepta pactar gobiernos autonómicos con el club de fans que organiza homenajes a los que asesinaron a socialistas, como Enrique Casas, Fernando Buesa, Fernando Múgica, Joseba Pagazaurtundua, Ernest Lluch y muchos otros, porque la lista es larga. Es falso que Sánchez se vea obligado por Iglesias a hacer cosas que no le gustan. Es probable que estén jugando al policía malo -Pablo Iglesias- y el policía bueno -Pedro Sánchez- pero puede que tengan el mismo objetivo. Y, sí, hay voces de socialistas que se quejan de esta deriva hacia el Frente Popular del siglo XXI, pero mientras un partido está en el poder, y dispone de más asientos que culos, no hay revolución interna. Otra cosa es que sean apeados del poder y falten asientos, y los culos se revuelvan. Y, desde luego a los socios de Sánchez nadie les puede acusar de hipocresía. Si, hace poco, una secesionista catalana dijo en sede parlamentaria que le importaba una mierda España, ayer, un tal Rodriguez, informó a lo que vienen: a derribarlo todo. Engáñese el que quiera, pero por falta de advertencias no será.