Luis del Val:“La presión secesionista en Cataluña es el disimulo ignominioso del País Vasco, pero sin muertos"

Se refiere el profesor a los rectores de las universidades catalanas ¿son todos secesionistas? o ¿algunos tienen miedo?

Luis del Val

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Luis del Val pone el foco de la imagen del día en "Herrera en COPE" en los rectores de las universidades de Cataluña:

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"También a mí me ha fascinado la portada del diario ABC, donde posan media docena de rectores de otras tantas universidades catalanas, y enseguida me he acordado del ministro de Sanidad, y del portavoz Fernando Simón, a los que un amigo mío denomina “The Pandemia’s brother”.

¿Por qué firmaron todos los rectores catalanes un manifiesto dogmático?

Es improbable que en una sociedad como la de Cataluña, todos los rectores de universidades sean secesionistas. Ni siquiera saldría eso en una encuesta de Tezanos. Lo que es posible es que lo sean la mayoría, por el poder que ejerce la Generalitat. Entonces ¿por qué firmaron TODOS un manifiesto dogmático, ahora condenado por la Justicia? Por la incomodidad de ser señalado, es decir, por miedo. Cualquiera de nosotros, a lo largo de la vida, se ha enfrentado a situaciones en las que hay que elegir. Enfrentarse a tus jefes a tu familia o a tus amigos.Y hay pasos al frente que pueden ser osados, y hay prudencias que pueden ser el disfraz de la cobardía. La presión que ejercen los secesionistas en la sociedad catalana comienza a parecerse al disimulo ignominioso que se extendió por el País Vasco, pero sin muertos, cuando a la familia de la víctima, en lugar de compadecerla, se la trataba como a un conjunto de apestados. ¿Por qué hay mobbing en la vida laboral, y acoso en los colegios? Por la callada complicidad del silencio cobarde, del miedo al compromiso, de pánico a recibir represalias. Y a más silencio y más cobardía, más aumento de la coerción, más aprieta la bota totalitaria y más represalia sobre los escasos valientes que tienen la osadía de denunciarlo.

Estoy convencido de que esa delirante firma del manifiesto de los rectores de las universidades catalanas tuvo su origen en el chantaje prepotente de la Generalitat -que sólo piensa y ampara a la mitad de los catalanes- y en la cobarde complicidad de algunos. De la misma manera que, sólo desde la cobardía, se puede admitir que un médico, con todos los informes en contra, diga públicamente que él permitiría a su hijo ir a una manifestación, o que un ministro de Sanidad se invente un comité de expertos, y dude de los datos de una comunidad, y no de las otras, y eso suceda en menos de una semana. No son malvados, no se equivocan por impericia: simplemente son tan obedientes con la jerarquía como cobardes".

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