Luis del Val: "El Director General de Tráfico se ha puesto estupendo cum laude"

Con la nueva medida "dejaremos la mascarilla por la covid y nos tendremos que poner la de la contaminación a 30 por hora" advierte el profesor

Luis del Val

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Luis del Val pone el foco de la imagen del día de "Herrera en COPE" en

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"En España, cuando nos introducimos a legislar cualquier asunto, es difícil resistir la tentación de ponernos estupendos y, como el Director General de Tráfico es español, se ha puesto estupendo cum laude.

En la Inglaterra de 1861 se publicó The Locomotive Act, llamada por el pueblo “el acta de la bandera”, donde dispusieron las normas por las que deberían regirse los escasos automóviles que entonces existían. Lo primero que hicieron fue rebajar la velocidad de 16 kilómetros por hora a 6 kilómetros por hora, pero en la ciudades no podían superar los tres kilómetros, es decir, más lentos que el peatón. Además, el conductor del automóvil debía ir acompañado de un fogonero, y una tercera personas, que caminaría delante del automóvil unos sesenta metros, provisto de una bandera roja, que avisaba a los carruajes, peatones y ciudadanos en general de que se aproximaba un automóvil. Naturalmente, el hombre de la bandera roja debía caminar muy despacio para que el automóvil no se le perdiera de vista. Más de siglo y medio después, el Director General de Tráfico en España quiere que los automóviles en las ciudades no superen los 30 kilómetros por hora.

Tengo la impresión de que se le ha apoderado la timidez, porque no va a conseguir un ambiente bucólico sin la presencia de las gallinas. Convendría autorizar, incluso obligar, a que en el paseo de Gracia de Barcelona, en la avenida de la Constitución de Zaragoza, en la Gran Vía de Madrid hubiera gallinas. Y, a gallina atropellada 1500 euros de multa, incluido el IVA. Bueno, ya sé que en la recámara existe una fórmula que evita los accidentes de automóvil y los de aviación de manera tajante, y es prohibir que circulen automóviles y que vuelen los aviones. Claro, que eso causaría escándalo. A 30 kilómetros por hora es probable que se evite algún accidente, pero la combustión va a ser tan pesada y contaminante que aumentarán de manera notable las enfermedades respiratorias. Recuerden el hedor del automóvil parado, con el motor en marcha, y el conductor entretenido con el móvil. Pues eso mismo multiplíquelo por miles de automóviles. O sea, dejaremos la mascarilla de la COVID y nos tendremos que poner la de la contaminación de los 30 por hora".

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