Luis del Val: "Por donde pasa el secesionismo es difícil que las empresas se mantengan en pie"
El profesor analiza las exigencias de Junts para aprobar los reales decretos del Gobierno de Sánchez
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Los ministros de Pedro I, El Mentiroso, ya saben que entra en el sueldo lo de mentir, pero ayer contemplamos una nueva obligación: hacer el ridículo. Como el Cobarde Prófugo había exigido que las empresas volvieran a Cataluña o fueran multadas, la ministra portavoz y el nuevo ministro de Economía tuvieron que hacer el ridículo.
La ministra, como tiene experiencia en mentiras, lo hizo con soltura, pero al ministro de Economía se le notaba disgustado, y cada vez que decía lo de la seguridad jurídica, casi se atragantaba. ¡Ah! Y, por cierto, lo de la seguridad jurídica de este Gobierno también es mentira, porque cualquier día le ponen un impuesto que se les acaba de ocurrir, a los bancos o a las energéticas, porque ganan mucho dinero, algo que no es seguridad jurídica, sino inseguridad sin precedentes.
De todas formas, no se aclaró, si los presidentes de los consejos de Administración, deberían volver esposados, y escoltados por una pareja de la Guardia Civil, o sería una pareja de los mozos de escuadra, porque el buen secesionista ve un uniforme de la Guardia Civil, y se le descompone el cuerpo. En mi opinión, y puede que esté equivocado, tengo la impresión de que el Cobarde Prófugo anda débil.
Si estuviera fuerte hubiera exigido nacionalizar esas empresas o expropiarlas, y dárselas a la Generalidad, como hace un Maduro cualquiera. Así, además, podrían colocar, con buenos sueldos, a todos los malversadores y participantes del golpe de Estado, después de la Amnistía. Si sucediera algo así, la liquidación de cuentas de clientes de toda España, del Sabadell y Caixa Bank, por ejemplo, podría llevarles a la quiebra, pero ahí estaría el Banco de España para dar el dinero suficiente al Cobarde Prófugo, según sus ensoñaciones.
Si por donde pasaban los bárbaros, no crecía la hierba, por donde pasa el secesionismo es difícil que las empresas se mantengan en pie. Por eso se marchan. Y seguirán huyendo de estos mostrencos totalitarios.