Luis del Val, su quiniela sobre la moción de censura: “Pedro no la pierde, Abascal no la gana y Feijóo empata"

Habla el profesor de la moción de censura de Vox contra Pedro Sánchez que centra toda la ate atención estos días

Luis del Val

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Luis del Val pone el foco de la imagen del día de "Herrera en COPE" en la moción de censura de Vox contra Pedro Sánchez que se debate este martes en el Congreso de los Diputados:

A las mociones de censura les sucede lo mismo que a los partidos de fútbol, y es que, si se sabe el resultado final, el partido pierde mucha emoción. Además, en esta moción de censura, el líder del partido que la presenta no la protagoniza, y ha fichado a un externo -de la misma manera que muchos ayuntamientos contratan con terceros la recogida de basuras- y el que se defiende de la moción, Pedro I, El Mentiroso, es posible que delegue en la peonada, y que, en vez de atacar a Vox, ataquen al PP, que ni la presenta, ni la va a votar, porque se abstiene. O sea, que Pedro I, El Mentiroso, no la pierde, Abascal no la gana, y Feijóo obtendrá un empate, sin tener que bajarse del autocar.

La crítica de Félix Bolaños al PP por Vox

Como adelanto, ayer escuché al ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, con esa cara de chico empollón que gana las oposiciones, acusar al PP de estar de rodillas ante Vox. Excelentísimo señor ministro, no es lo mismo estudiarse unas oposiciones y aprobarlas que saber insultar. Usted no puede acusar a ningún partido de ir de rodillas, porque usted está en un Gobierno que permanece genuflexo, todo el día, ante los secesionistas catalanes, los nacionalistas vascos, los admiradores de los asesinos terroristas -mandados por un secuestrador en paro- y hasta ante un par de ministras -más arrogantes que sabias, más insolentes que expertas- que le escupen en los zapatos, y usted no contesta, da media vuelta, se introduce en el baño de presidencia de Gobierno, se limpia el salivazo y sale con gesto digno. Pero es que en abril del año pasado, acudió a una reunión a Barcelona con los separatistas, y le exigieron que les entregara el teléfono móvil, antes de entrar a la reunión, y usted, ministro de España, obedeció sumisamente. Ni Josep Borrell, ni Juan Antonio Belloch, ni Francisco Fernández Ordóñez, ni Rosa Conde, ni el 98% de los socialistas que han sido ministros hubieran obedecido. Como me parece que dijo Jiménez Losantos, peor que ir a Barcelona hubiera sido ir a prisión, porque allí te someten al tacto rectal, en una posición bastante incómoda. Excelentísimo señor ministro, antes de acusar a nadie de estar genuflexo, mírese las rodilleras de sus pantalones, que puede que estén tan agujereadas como los vaqueros de una chica que va a la moda tonta.