La historia de Luis del Val sobre una falsa acusación de violencia machista y sus fatales consecuencias
Relata el profesor la historia de un matrimonio y su trágico final
Publicado el - Actualizado
2 min lectura
Luis del Val pone el foco de la imagen del día de "Herrera en COPE” en la historia de una falsa acusación de violencia machista y sus fatales consecuencias:
Un hombre de 41 años se enamora de una mujer y se va a vivir con ella. Tienen la mala suerte de tener unos vecinos, que se quejan de que hacen ruido, y llega hasta tal punto el acoso vecinal, que el hombre pone una denuncia contra los vecinos. La Policía, ante las denuncias vecinales, si no hay heridos de por medio, hace caso omiso. Al cabo de unos meses, el hombre le confiesa a la mujer que no está tan enamorado como pensaba, y que lo mejor para los dos es dejarlo. Discuten, se gritan entre ellos. Los vecinos quisquillosos llaman a la Policía.
La Policía viene y detiene al hombre, acusado de malos tratos. La mujer no presenta ni heridas, ni rasguños, porque no ha existido violencia física, sino una discusión, y la mujer le dice a la abogada de oficio que quiere retirar la denuncia. La abogada le advierte que la pueden acusar de denuncia falsa y la deja.
Como es fin de semana, el hombre pasa tres días entre delincuentes de todo jaez. Y, antes de ponerle en libertad, hasta la fecha del juicio, le dicen que debe presentarse periódicamente a la Policía. El hombre es ingeniero superior y ya ha aprobado una parte de unas oposiciones para entrar en la Administración, y sabe que esa denuncia va a destrozar su carrera de alto funcionario.
Le va a buscar un amigo, que le acompaña a casa, donde la mujer con la que convivía ya no está. El hombre, nada más sentarse en el asiento del copiloto, no hace otra cosa que repetir como, una cantinela: “Me han jodido la vida”. “Me han jodido la vida”.
Le dice al amigo que le espere, que se va a duchar y a cambiarse de ropa. El amigo espera. Pero la espera se hace tan larga, que sube al piso. Y allí comprueba que no se ha duchado, ni se ha cambiado de ropa. Se ha tirado por el balcón y se ha matado.
Me lo cuenta su madre. Sucedió hace un año y un día.
El artículo 6 de la Convención de Derechos Humanos dice: Toda persona acusada de una infracción se presume inocente hasta que su culpabilidad haya sido legalmente declarada. En España eso no existe, si la denuncia es de una mujer contra un hombre sobre maltrato. La presunción de culpabilidad sólo requiere la palabra de la mujer. Esta discriminación española no ha hecho disminuir los terribles asesinatos sobre mujeres. Y, además, aumentan los suicidios de hombres desesperados.
Un abrazo, Charo, en este triste aniversario.
Las 'fotografías del día' de la semana de Luis del Val
Del Val: “Héctor Alterio nos recordó que la vida no es teatro, sino un texto sobre el que caminamos"