El fin de la dinastía Zaru, los macacos japoneses que invadieron Fukushima tras el desastre nuclear

La 'historia del día' en 'Herrera en COPE'

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

1 min lectura

Pues este miércoles nos deja, también, la historia de Zaru y de su familia. Son unos 50 y viven en Futaba, uno de los pueblos de Japón que fueron abandonados en masa hace justo 10 años tras el desastre nuclear de Fukushima.

Pero Zaru y los suyos no son personas sino macacos japoneses que, hasta ahora, han campado a sus anchas en la zona de exclusión. Se han alimentado de frutas contaminadas por la radiación y han bebido agua con alto contenido en cesio. Y, hasta ahora, los investigadores que les siguen la pista no han notado nada especialmente extraño en ellos.

Pero la tranquilidad de Zaru y de los suyos podría tocar a su fin. Una década después del desastre nuclear, algunos vecinos de los pueblos afectados están volviendo a sus casas. Y los gobiernos locales les están dando petardos para que asusten a los animales salvajes. También, se ha dado permisos de caza para que acaben con ellos.

Es la paradoja de todo esto. Los animales como Zaru que han dado vida a los municipios silenciados durante estos últimos años volverán a ser expulsados con la llegada de las personas.

Es la 'Historia del día' en 'Herrera en COPE'.

LAS HISTORIAS DE LA SEMANA

Denuncian al jefe de la Policía de Florida por usar un sistema que predice futuros delitos