La historia del boxeador profesional que defendió a una mujer en un cine de León: "Cuesta ver la escena"

Toño Barrul se fue a ver Garfield y acabó neutralizando a un tipo a golpes. Del inicio de la historia al final son pocos segundos, pero seguramente haya mucho sufrimiento detrás

Redacción Herrera en COPE

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Sus amigos le llaman Toño, y le apodan “El volcán”. Toño Barrul, gitano y a mucha honra, boxeador del barrio de La Inmaculada en León, donde acude a un gimnasio para tratar de que sus vecinos encuentren un caminito fuera de los peligros, lleva unas horas siendo el protagonista de algo que no debería haberse producido.

Te vas a ver con tus chiquillos y tu mujer al cine, a ver las aventuras de un gato gordo y caradura y hay que cortar hasta la proyección.

Toño Barrul se fue a ver Garfield a un cine de León y acabó neutralizando a un tipo a golpes. Del inicio de la historia al final son pocos segundos, pero seguramente haya mucho sufrimiento detrás.

El de la familia de ese tipo violento que no atendía a los requerimientos de Toño para que se calmara, para que dejara de maltratar a su mujer y para que no hiciera pagar con su furia a los presentes. No hubo suerte. Ni acudieron los vigilantes. Así que ese volcán de Toño entró en erupción. Cuesta ver la escena, para qué le vamos a engañar.

Y eso que le dijo Jero García a Juanma Castaño en 'El Partidazo de COPE' que, entre boxeadores saben muy bien cómo fueron los golpes de Toño. La pelea fue controladísima y para reducir al violento.

Barrul tiene 25 años y un gran futuro dentro del boxeo nacional. Le adoran en su barrio. En 114 combates, ha logrado 96 victorias y ha sido campeón de España amateur en seis ocasiones.

Su padre, Vicente, le enseñó a boxear y parece que también le enseñó algunas otras cosas. A pedir perdón.

Que vendrán ahora los bien queda a decir que no hay que usar la violencia ni siquiera en estos casos, que no se puede sublimar una escena así y que hace tiempo que nos dijeron que no se pueden usar habilidades personales peligrosas ni siquiera para defender a otros seres humanos que sufren. De acuerdo. Que si me pasa algo, que llamen a Toño.