El ingenioso truco con el que ha sorprendido a la Guardia Civil en el examen de conducir de la DGT

Un joven de 24 años en Guadalajara

Examen de conducir

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

2 min lectura

Cuando hablamos de exámenes se nos viene a la cabeza: nervios, horas de estudios, folios, café... y, también, chuletas. Sí, porque hay quienes deciden optar por la 'vía fácil' y en vez de pasar horas y horas estudiando idean un plan para poder copiar en el examen, aunque la mayoría de las veces no siempre sale bien.

De chuletas y de trucos para salir airoso de un examen conocemos muchas historias, y algunas de estas trampas son más que conocidas entre la sociedad: el típico cambiazo en mitad del examen; escribir fórmulas o texto en los famosos bolis BIC; apuntarse algo en las manos... Como ven las hay de todo tipo y formas; pero, las nuevas tecnologías ha traído, también, un cambio en estas formas de engañar.

Y hay quienes, incluso, se atreven a copiar ante la atenta mirada de los agentes de la Guardia Civil en un examen de conducir de la DGT. Y no se crean que lo ha hecho de una manera sencilla, no; ha llevado a cabo un plan en el que no le ha faltado detalle alguno: disfraz, cámara y móvil. ¿Creen que lo consiguió? En la 'Historia del día' de 'Herrera en COPE' te damos la respuesta.

Más que una chuleta para copiar en el examen de conducir

Si hay algo con lo que sueñan los adolescentes es con tener un coche.

Cuando se cumplen los 18 años, uno de los primeros pensamientos es apuntarse a una autoescuela para conseguir el carné de conducir.

Hemos escuchado historias de todo tipo sobre los exámenes prácticos y también, sobre los teóricos. Pero lo de este chico de Guadalajara que voy a contar las supera todas con creces.

Resulta que el joven, de 24 años, se presentó con una peluca y un pinganillo al examen. La peluca tenía una cámara con la que enviaba fotos a un amigo que estaba fuera y éste le respondía lo que tenía que contestar.

Los agentes de la Guardia Civil vieron que el joven tenía un comportamiento extraño pero para no molestar al resto de los que se examinaban decidieron esperar a que el examen finalizase.

Descubre qué es lo que sucedió después:

6 meses para estudiar y poder presentarse nuevamente

Fue entonces cuando identificaron al muchacho de la peluca y el pinganillo, que no podrá volver a presentarse al examen, al menos, durante 6 meses.

Mira, la parte buena, ahora tiene medio año para dedicarse a estudiar un poquito en vez de maquinar chapuzas como ésta. Como decía una de mis profesoras: “Al menos, si copias, copia bien”.

Los artículos que empleó un joven para copiar en el examen de conducir

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