Amparo, vecina de Valencia, pierde su coche y la cama elástica de su niña autista tras la DANA y alucina por lo que le dan casi un mes después

No sé si se acuerdan de la película “Cadena de favores”. Contaba la historia de un niño de 11 años que decide llevar a cabo un experimento para su clase de sociales con una sola premisa: él haría una serie de favores a tres personas y, a cambio, esas tres personas tenían que devolver el favor a otras tres.

Esta historia incumbe a un trío: Ignacio, David y Dani. Ignacio trataba de ayudar a Amparo, que había perdido su coche en la Dana. Era un coche pequeño, de segunda mano, pero que hacía su función perfectamente.

Amparo necesitaba el coche para llevar a su hija Alicia a terapia. Porque es autista.

Y perdieron también una cama elástica que había desaparecido por el lodo. Esa pequeña plataforma es importante porque es ahí donde Alicia, autista, encuentra su equilibrio. Saltando. Así que Ignacio se lo contó a David.

David estuvo en Valencia, volvió a Madrid. David llamó a Dani y ahí se presentó ese hombretón de barba larga a llevar dos regalos a Amparo y a Alicia. El primero, una cama elástica chulísima.

Pero Dani llevaba otro regalo. Ni más ni menos que el coche con el que llegó a Valencia.

Y así volvemos a la película a través de una realidad. La del altruismo, la preocupación por el bienestar común y la confianza como un elemento para impactar en el mundo.

Que no se pierda esa cadena de favores…

José, empresario de Catarroja, pierde su tienda tras la DANA y así da un paso al frente: "Abrí hace 60 años"

¿No tienen Vds la sensación de que hay muchísimas bodas? Se asoma uno a Instagram y no ve nada más que gente yendo a casamientos. El propio baranda de este programa lleva unos meses que no para. Y si Vds están invitados a una o varias, ya habrán echado cuentas con lo de los regalitos.

Pues miren, si tienen alguna próximamente, o son testigos, o padrinos, o se casan, me gustaría que conocieran a José Garrido.

José es el dueño, junto a su mujer, de Garrido Ceremonias, una tienda para vestir a novios, invitados a una boda o a un evento donde haya que ir elegante. A media Catarroja ha vestido de traje y corbata José, a un montón de niñas de comunión, a un montón de chiquillos en los bautizos. Pero ahora, Garrido Ceremonias está llena de lodo. Y encima José tenía un montón de encargos.

Dice José que hay momentos en los que se deprime mucho, pero que sus hijos le animan a seguir, a recuperar la tienda y a reabrir por todo lo alto.

Pues tienen razón los hijos de José: después de tantos años, hay que intentarlo de nuevo.

Así que, si alguno de Vds tiene una boda, un banquete, un discurso que dar elegantemente, una niña o un niño por hacer la comunión y quiere ayudar a José Garrido, les aseguramos que irán hechos un pincel y, además, irán si cabe, más contentos, por haber empujado a que saquemos todo esto adelante.