Se muda a EE.UU para investigar contra el cáncer y lo que le pasa al acabar su tesis le hace replantearse su futuro: "Lo tiene claro"

Qué hacían Vds en la vida cuando tenían 26 años. ¿Cómo eran? ¿Se acuerdan? Igual tienen Vds diez minutos más de vida y eso fue anteayer. O hace 10 años. O quince, vaya Vd a saber.

Se lo digo porque es muy difícil empatar con Isabel Esaín. Isabel, efectivamente, tiene 26 años, es de Zaragoza, es bioquímica y trabaja en Estados Unidos. Es, así sin disimulo, una rata de laboratorio. No lleva la cuenta nunca de cuántas horas echa entre esas cuatro paredes mirando por un microscopio.

Acaba de ser premiada. Le acaba de dar la Universidad de Cambridge el Premio a la mejor tesis del año por sus investigaciones sobre el cáncer. Se dedica a identificar y corregir los errores genéticos para garantizar que los genes buenos no se vean alterados por los malos. Y tiene claro que eso salvará vidas.

Isabel está muy contenta con su premio y con su trayectoria de investigadora en Estados Unidos, pero, a ver si lo adivinan…le encantaría volver a España. Ahora solo hace falta que las condiciones aquí sean óptimas y se dediquen los fondos suficientes.

Su historia nos llama a reflexionar sobre muchas cosas. Sobre lo estupenda que es nuestra juventud. Y lo necesario que es darles vehículos para que puedan desarrollar sus vocaciones para que así, como en el caso de Isabel, el futuro conlleve menos sufrimiento para los enfermos.

Yo a los 26 trabajaba con Carlos Herrera por primera vez. Lo mismo Isabel que servidora, ¿sabes?

Unos jóvenes de Sevilla se preparan para un partido de fútbol y no dan crédito al gesto que tiene el entrenador en el vestuario: "Una cosa..."

Este lunes, Navarro también nos hablaba de una historia muy especial. En este caso, la protagonizaban jóvenes sevillanos. 

Gente que está hecha de otra pasta. Seguro que Vd lo ha oído o lo ha dicho de alguien. Son esas personas que te sorprenden por su calma, por su aplomo, o por su bondad. Bondad sin ñoñerías, una bondad discreta, casi de puntillas. Les explico.

Equipo de fútbol Andalucía Este de Sevilla. Vestuario. El entrenador, Álvaro Ruiz, llama a un muchacho espigado que se sienta discretamente al fondo.

Se llama Abdul, tiene 17 años, nació en Burkina Faso, llegó a España y, a través de Cáritas vive en un piso tutelado y juega en el Andalucía Este de Sevilla.

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Unas zapatillas, unas botas, un chubasquero y una sudadera chulísima. Esos fueron los detalles con los que sus compañeros quisieron decirle a Abdul: quizá tus Navidades no hayan sido como las nuestras, pero aquí estamos.

Hubo regalos, hubo emoción, hubo aplausos y hubo charla del entrenador, claro, que quiso recalcarles que hay una suerte no escrita que te hace nacer en un sitio o en otro del mundo, y que marca tu día a día y tu futuro. Y que si esa fortuna te ha colocado en la zona del planeta más privilegiada, tienes la obligación de pensar en el resto.