Abundio, el taxista de León que salvó la vida de un oyente de Carlos Herrera al estrellarse contra un árbol

Los fósforos de Herrera en COPE nos cuentan quiénes son sus ángeles de la guarda

Pilar Abad

Publicado el - Actualizado

4 min lectura

Todos en algún momento necesitamos ayuda, a veces somos capaces de pedirla pero otras, cuesta hacerlo. En la vida tenemos nuestros momentos: alegría, tristeza, incertidumbre, accidentes...; y es en esas situaciones cuando más necesitamos a alguien a nuestro lado.

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Algunos son más complicados que otros y necesitamos de ayuda profesional; otros, vienen de sorpresa y han de darse varios factures para que llegue esa ayuda que necesitamos en ese preciso momento. Es por esto que se habla de los ángeles de la guarda, de esas personas que aparecen, de repente, en nuestras vidas para salvarnos.

Sea cual sea el momento en el que nos encontremos, seguro que la mayoría tenemos a ese ángel de la guarda que ha aparecido cuando hemos estado enfermos, hemos sufrido algún accidente en la carretera, necesitábamos consuleo tras las muerte de un familiar o simplemente lo necesitábamos.

Y los 'fósforos' de 'Herrera en COPE' son unos afortunados porque tienen la suerte de tener a su ángel de la guarda que ha salvado sus vidas.

Abundio, el ángel de la carretera

1 de enero de 1974, Año Nuevo, Manuel había pasado la Nochevieja en un pueblo de León junto a su novia y, aunque “ella se empeñaba en que no cogiera el coche”, Manuel no le hizo caso y se fue porque “quería celebrar mi santo con la tarta que siempre me hacía mi madrina”.

Cuando este oyente llevaba 30 kilómetros recorridos, “me dormí, me fui contra un árbol y me fui a un sembrado”, nos cuenta. Al parecer, como recuerda “debí estar allí dos horas según me contó la persona que me recogió, mi ángel de la carretera que se llama o llamaba don Abundio Gaitero, taxista de Villaornate”. El taxista había pasado por la zona en la que quedó Manuel y vio el coche “pero siguió su viaje y a la vuelta paró”.

En ese momento fue cuando se encontró con Manuel “me envolvió en su chaqueta, dice que sangraba mucho, y me llevó a un pueblo cercano donde me vio un médicos y dijo que tenía solución, y que si me quería llevar a León, y Abundio no se lo pensó dos veces y “me llevó a León, me internó a la Clínica San Francisco y 50 años más tarde, aquí estoy intentando pescar un salmón”.

Buscan a la enfermera que salvó la vida de su padre

Carmen nos cuenta “la pequeña historia de mi padre”. En noviembre de 2020 su padre y mi madre estaban dando un paseo por la playa de Chiclana de la Frontera cuando le dio una parada cardiorrespiratoria cuando se “acercó una chica enfermera de un geriátrico, que le hizo la primera reanimación por la que mi padre está vivo”.

Pero lo que quiere esta oyente es poder localizar a esta enfermera que “nunca supimos quién era para darle las gracias”.

Rescatado de una corriente por un barco

Mercedes recuerda cuando un año estaba de vacaciones con su marido y sus hijos en la desembocadura del río Fluviá “y nos habían advertido de las corrientes que había”. Allí, relata esta fósfora “había dos niñas pequeñas bañándose atrapadas en la corriente sin poder salir y mi marido se echó al río para salvarlas”. Lo que sucedió es que las pequeñas salieron del agua, pero el marido de Mercedes se quedó atrapado en la corriente.

Tras unos momentos de angustia, Mercedes vio Un Barco en el que iban unos extranjeros “y les pedí que fueran a por mi marido”. Afortunadamente lograron sacarlos del agua, pero esta oyente no olvida aquel “angustioso y horroroso momento”.

Su perro le salvó la vida

“30 de marzo de 2022”, así empieza el relato de Francisco para contarnos quién es su ángel de la guarda, “estaba en mi casa solo porque mi mujer y mis tres hijas habían salido”

“Me dio un infarto y yo tengo un pastor alemán que estaba sentado a mi lado y cuando notó que algo iba mal empezó a aullar pero nadie le hacía caso. Así que salió de la casa y fue a buscar a mi familia, y ellos ya llamaron al 061”, relata este oyente.

Por eso para Francisco su perro es su ángel de la guarda quien además “se quedó en la puerta de la casa a esperarme a que regresara del hospital”.

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