Jesús, el voluntario que comparte la mañana de Navidad con los presos: Les conmueve que te acuerdes de ellos"
Jesús es un voluntario que cada 25 de diciembre se acerca a la cárcel de Soto del Real para hacer compañía a los reclusos. "Les conmueve" ha reconocido en Herrera en COPE
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Casi 60.000 presos pasan la navidad recluidos en cárceles españolas. Y, hasta ahí, también llega la esperanza y la alegría de la Navidad.
Y es posible gracias a personas como Jesús, un voluntario que cada 25 de diciembre se acerca a la cárcel de Soto del Real para hacer compañía a los reclusos y pasar con ellos esta mañana de Navidad. "Vengo a visitarles todos los días veinticinco antes de la tradicional comida con familia". Durante su visita asistirá con los internos a la misa y recordarán "que si algo celebramos en el día de hoy, es que ha habido uno que no se ha olvidado de ellos".
La historia de Jesús la hemos conocido en los Fósforos de Herrera en COPE, donde este voluntario ha reconocido que estos pequeños actos de generosidad se agradecen mucho. "Lo solemos hacer sin avisar, por sorpresa. Les conmueve que en un día tan particular, donde uno está pensando en otras cosas, te acuerdes y vengas a pasar esta mañana tan especial con ellos".
Reconoce que los presos les dicen que siempre se habla de cómo pasan la Navidad los servicios públicos, pero que nadie se acuerda de ellos. Eso ha cambiado hoy, sonríe Jesús, porque "en Herrera en COPE nos estamos acordando de los presos en las cárceles".
'La aventura de vivir'
Pero el día de Navidad no es el único que este fósforo se acuerda de las cárceles. Es voluntario y comparte un taller mensual desde hace tiempo con los internos de Soto del Real que se llama 'La aventura de vivir', un título cuanto menos curioso por impartirse precisamente "dentro de una prisión".
Esta es la manera en la que disfruta de este día tan especial Jesús, pero los Fósforos de Herrera en COPE disfrutan de mil formas diferentes la Nochebuena y la Navidad y así se lo han contado a Alberto Herrera.
Una latita de atún al ajillo
Francisco Javier por ejemplo la pasa más allá de los Pirineos, a cientos de kilómetros de la familia. Se dedica al transporte internacional y es lo que toca. Para él no es nada excepcional ya que acostumbra a trabajar en Navidad. Pero a mal tiempo buena cara y pese a las circunstancias lo celebra con una comida un poco especial "un poco de queso, jamón y una latita de atún al ajillo".
Ahora está en Burdeos, Francia. Va camino "corriendo" de Calais para así el 31 poder estar en casa con su hija, su pareja y sus hermanos en Gibraleón.
Médicos y 'doble fiesta'
La situación de Elena es bien diferente. Ella y su marido son médicos con lo que las guardias en el hospital les han impedido en varias ocasiones no celebrar esta noche con la familia, especialmente con sus dos hijas a las que han tenido que dejar con los abuelos. Pero esta vez ha sido diferente, no han trabajado así que han podido estar todos juntos, lo que es "doble fiesta".
Raquel y Rebeca, sus hijas, de 12 y 9 años están felices por ello y han querido transmitírselo a Alberto Herrera. "Pasar tiempo con ellos, es un regalazo".