Un oyente de Carlos Herrera va de despedida de soltero y este es el motivo por el que todavía la recuerda: "Estaban locos"

Uno de nuestros 'fósforos' relata la situación surrealista que vivió en una despedida de solteros con amigos

Redacción Herrera en COPE

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En esta ocasión, el 'tema del día' que le proponemos a nuestros 'fósforos' es el siguiente: ¿Conoce a gente que se ha flipado un poquito? ¿Se ha flipado usted?

Juan es el primer oyente que nos cuenta que es técnico informático. Fue a una despedida de soltero y, a uno, se le ocurrió montar una capea. "Nos fuimos 9. El caso es que yo soy el más viejo. Tengo 43 años. Y ahí tomando cervecitas. La gente dando volteretas con el toro. Yo dije que no me metía ahí", relata. A la hora, llamó a su mujer y le dijo que estaban locos. Que daba miedo. Al final, se animó. Dijo: "Yo eso lo toreo, dame un capote". 

Se puso en la plaza con 3 o 4. "Me creía El Cordobés. Eso es como un perrito. Cuando abrieron la puerta y miré para delante, no me dio tiempo ni de decirle hola", relata en 'Herrera en COPE'

Al final, "cuando sentí la cabeza en la rodilla, el cabezazo que pegué en el suelo, no te lo puedes ni imaginar".

Inmediatamente después, Ismael asegura que también se flipó. A sus 22 años. Iba paseando con su mujer, ya embarazada de su primer hijo, "en la playa de las Canteras. No había casi nadie y está la barra. Que corta el oleaje. Las olas llegaban a la orilla. Vi a un chico combatiendo ola tras ola. Mantenía la verticalidad. Le dije a mi mujer que eso lo hacía yo". Ismael es de Extremadura. Es de interior. Pero se decidió. 

"SALÍ A GATAS CON LAS RODILLAS ROTAS"

"Me metí. Vino la primera ola, recupero la verticalidad. Así un par de ellas o tres hasta que vinieron fuertes. Y ya me arrolló. Me pegó una paliza. Salí a gatas con las rodillas rotas. Madre mía. Me queda un consuelo. Aquello solamente lo vio mi mujer, yo, y la gente que había en la playa".

      
             
      

Álvaro ha querido relatarnos su caso. Asegura que tiene un amigo de la infancia, Javier. Siempre le dice que sí a todo. Javier no ha hecho deporte en su vida. Con 45 años se apuntó a un equipo de fútbol. Se presentaron los dos allí en el estadio en cuestión. Había ambientazo. "Primera jugada, balón en alto, y mi amigo seis meses de baja". Pues nada, ahora "dice que quiere ser torero".

Por último, recogemos el testimonio de Maeva. La semana pasada, se vino muy arriba. Le encantan los programas de reformas. Todo va muy deprisa. "Yo decidí quitar el gotelé de mi casa. 100 euros en material de ferretería. Total, que cuando empiezo a rascar ahí... un dolor de muñecas, unos boquetes en la pared. Yo estaba quitando ladrillos, parecía". Y le ha salido caro.

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