Esta es la palabra que ha salido repetida en el rosco de 'Pasapalabra' y que nadie ha acertado: empieza por P
Una oyente ha llamado a 'Herrera en COPE' para revelar de qué palabra se trata y cuál es su verdadero significado
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En esta ocasión preguntamos a nuestros fósforos por palabras en desuso, palabras un tanto antiguas que se han sustituido por sinónimos que utilizamos hoy, pero que son bonitas y que nos gustaría recuperar. La que usaban en casa, la que usaba su abuela, esa que te gustaría que volviera.
Jaime ha sido el primer oyente en llamar y se ha fijado en la palabra 'emparedados'. Explica que la decía su abuela, pero que ahora se ha cambiado por el uso que hacemos de los anglicismos.
Por su parte, Margarita explica que "la madre de mi madre, es decir, mi abuela, era de Ávila y cuando nos pedía el pañuelo para limpiarse los mocos era el moquero y todas lo comprendíamos".
Javier ha llamado a la radio para hablarnos de dos palabras. La primera de ellas es chambergo, que es como se llama al abrigo en Burgos, y luego hay otra que este oyente define como "muy bonita" y que tiene dos significados que es 'apechusques'.
Otro fósforo es Jose, que llama desde Baena, en Córdoba, y cuenta como llaman allí a objetos tan comunes como los cordones de los zapatos o los trapos de cocina.
Pilar es de La Rioja, aunque vive en Vélez, Málaga. La primera palabra de la que se acuerda es 'puntido', que cuenta que "ha salido dos veces en 'Pasapalabra', pero nunca supieron que era" y se refiere al descansillo de la escalera.
Las palabras que nadie acierta en 'Pasapalabra'.
El mítico concurso de televisión es uno de los mejores escenarios para encontrar algunas de estas palabras en desuso que solo los más cultos o aquellas personas de mayor edad conocen.
El Rosco es la prueba más esperada. En ella, los concursantes deben adivinar una palabra correspondiente a cada letra del alfabeto, basándose en definiciones proporcionadas por el presentador. Tienen un tiempo limitado para completar el rosco, lo que genera una tensión creciente tanto para los participantes como para los espectadores.
La dificultad de El Rosco radica en la diversidad y complejidad del vocabulario que se requiere. Algunas palabras pueden ser relativamente comunes, pero otras pertenecen a ámbitos especializados o son términos poco usados en la vida cotidiana, lo que aumenta el desafío.