Lo que hace una oyente de Carlos Herrera por el antojo que tiene en su embarazo: “En una gasolinera"

Ainhoa está en su segundo mes de embarazo y está más que sorprendida por el antojo que tiene

Gasolinera

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

2 min lectura

Cuando hablamos de antojos se nos viene a la cabeza la imagen de una embarazada, porque durante los meses de gestación las mujeres suelen tenerlos con mucha frecuencia.

Pero lo cierto es que antojos y caprichos tenemos todos a lo largo de nuestra vida, y a veces somos capaces de satisfacerlos y otros no. Pero intentarlo, lo intentamos.

Y si no, que se lo digan a los 'fósforos' de 'Herrera en COPE', porque si hay quienes saben de antojos son ellos.

Un antojo que lleva a todas partes

Ainhoa está embarazada de dos meses de su primer hijo y, sorprendida, confiesa cuál es el antojo por el que lleva dos meses comiendo sin parar: “los berberechos”.

Confiesa esta oyente de Carlos Herrera que es tal la necesidad que tiene de comerlos a todas horas “a las 3 de la mañana, a las 4, a todas horas” que “llevo una cuantas latas en el bolso”.

Ella que “siempre me reía de las mujeres cuando me decían que tenía antojo”, que ahora, asegura, nada más que tiene ganas de “llorar y lloras” y se pregunta “¿cómo puedo tener este antojo?”.

Lo que no se explica esta fósfora es que el antojo sea de berberechos” cuando “podría haber sido de cruasanes”, lamenta.

Pero lo que más le sorprende a Ainhoa de esta nueva y feliz etapa que está viviendo en su vida, es lo que es capaz de hacer por comerse una lata de berberechos en cuanto le apetece. Escucha el siguiente audio y lo descubrirás:

Fresas, phoskitos, percebes... algunos de los antojos de los 'fósforos'

Antojos y caprichos los hay de todos gustos, formas y colores. Lo que sí es cierto es que se dan más en las mujeres embarazadas, como nos han contado 'los fósforos'.

Hay quienes estando embarazadas, como se suele oler más, cogen manía o ya no pueden comer u oler algo que en los meses de gestación les ha provocado hasta náuseas. Eso es lo que nos han contado dos oyentes: uno, que su mujer no puede oler nada de pino; y otra, una argentina que ni puede comer ni oler el mate.

Y, para cosas extrañas, lo que le ocurre a Eva que confiesa que “me comía 10 phoskitos todas las mañanas para desayunar” y claro, después se arrepentía, pero al día siguiente volvía a hacer lo mismo.

Siempre se ha dicho que si una embarazada tiene un antojo y no lo lleva a término, el bebé nacerá con una mancha en su cuerpo. Pues, uno de nuestros oyentes nos corrobora que esto es así al contarnos que su hijo nació con una “mancha en la parte izquierda de la cara”, y que tiene todavía, porque su mujer tuvo antojo de percebes.

Estas y más historias las puedes escuchar en el siguiente audio:

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Los fósforos de Herrera en COPE y sus antojos

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