En 'Herrera en COPE'
Gay de Liébana: “A la hora de invertir combinemos renta variable y fija, que siempre asegura una rentabilidad mínima”
Publicado el - Actualizado
1 min lectura
A veces, en nuestro día a día económico y en asuntos de inversión nos falta algo de erudición. ¡La terminología financiera y el argot económico superan al común de los mortales y luego vienen los sustos!
Diversifiquemos el riesgo y no concentremos todo nuestro dinero en una sola inversión. Repartamos el riesgo, por ejemplo, en acciones de distintas empresas: unas de compañías tranquilas y con ganancias recurrentes, digamos clásicas; otras, de empresas que crecen y se abren al mundo, digamos fogosas; y otras, que sean innovadoras, digamos disruptivas…
Combinemos esa cartera de renta variable, con bonos y obligaciones, deuda del estado, la llamada renta fija que siempre asegura una rentabilidad mínima.
Los intrépidos y osados se atreven a invertir en nuevos negocios, aunque hay que hacerlo con mesura y tino, sin excesos, no jugándose hasta la camisa en el envite…
El desconocimiento financiero puede llevar a una mala canalización del ahorro y nos dejamos engatusar por algún encantador de serpientes que nos enreda prometiéndonos el oro y el moro. Siempre hay qué contrastar cuáles son las rentabilidades de mercado, entender cuál es el negocio de la empresa que tanto promete, qué hace y cómo lo hace e ir con pies de plomo ante esos cantos de sirena… ¡toda inversión requiere reflexión! pros y contras y palpar su realidad.
También hay que tener en cuenta el el nivel educativoa la hora de saber invertir porque quienes tienen poca formación van más despistados en asuntos financieros y justo lo contrario sucede con quienes tienen mayor preparación y formación universitaria…